Las calles de Santiago de Chile amanecieron con una pegatina de afiches contra el presidente Néstor Kirchner. La razón de los mismos es la preocupación que tienen el gobierno, las empresas y hasta los propios vecinos de quedarse sin gas luego de que el gobierno argentino ordenara el martes pasado el corte total del envío a Chile.
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Los afiches muestran a Kirchner, personificado, junto a la leyenda Nos Ca-Gas.
Si bien no es la primera vez que la Argentina suspende el envío a través de GasAndes, la vez anterior fue en el verano a raíz de un conflicto sindical y cuando el consumo en Chile era mucho más bajo que en la actualidad.
Ante esta grave situación, el ministro de Energía chileno, Marcelo Tokman, salió al paso y aseguró que el suministro de gas residencial y comercial, que representa poco más del 7% de los requerimientos totales, no ha enfrentado riesgos y que tampoco lo hará en los próximos días.
Sin embargo, la versión es diferente en el sector privado, donde se asegura que tres días sin envíos de gas pondrían en riesgo el abastecimiento domiciliario y en especial el de la zona oriente de Santiago, que no tiene planta de respaldo como sí lo posee el resto de la ciudad.
Las mayores dificultades las están enfrentando las generadoras eléctricas, que durante toda esta semana no han tenido gas para producir electricidad, por lo que se han visto obligadas a operar con diésel, lo que eleva fuertemente los costos.
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