De Narváez, una apuesta local

Un dato positivo se dio en los negocios en la Argentina. Francisco De Narváez concretó, el viernes pasado, la compra de las operaciones de supermercados Walmart en nuestro país. La crisis global que generó la pandemia significó que holdings internacionales definan una estrategia para sus activos. En este caso, Walmart en lugar de cerrar sus puertas contrató a bancos para que busquen potenciales compradores. De Narváez obtuvo la aprobación de la casa matriz y se quedó con el negocio. Acaba de hacer una apuesta de millones de dólares por la Argentina.

A diferencia de otras actividades en donde la inversión y la innovación tecnológica son parte en áreas clave de la economía para el crecimiento de la Argentina, el negocio del retail es una actividad que empresarios y ejecutivos locales han desarrollado con éxito y en la actualidad pueden enfrentar desafíos.

La matriz económica argentina debe configurar un sistema en donde la competencia entre inversores extranjeros y locales sea justo. Esto ayudaría a quitarle presión a la demanda de dólares a la hora de girar divisas al exterior.

El sistema decisorio de la política debe tener en cuenta qué áreas son las que demandan atención en línea con el crecimiento país. Desde la generación de software, telecomunicaciones, agronegocios o la operación bancaria son áreas que en la Argentina hay experiencia y puede colaborar, competir. O por citar un caso, la transmisión del fútbol. Este es un negocio que mueve millones y es operador por cadenas del exterior.

Volviendo al caso de Walmart. La compra y venta de alimentos en superficie creció en el país y la incorporación de capitales argentinos en el sector resulta alentador. El consumidor nuestro cuenta con características propias: es exigente y busca calidad, también precios. Más inversiones de riesgo y atada al crecimiento y menos en la especulación financiera que vulnera la autonomía.