Aun en el mundo de Moreno sube la inflación. Ni él lo explica
Atrás quedaron los planes del jefe de Gabinete, Sergio Massa, de cambiar el INDEC y desplazar a Guillermo Moreno. También de traspasar el organismo a su dependencia. La realidad es que una vez más, la 19a desde su copamiento en febrero de 2007, el INDEC se apresta a informar la variación de los precios minoristas en agosto. Será en torno a 0,6% el número a mostrar contra 1,8% que reflejan las principales encuestadoras privadas. Coincide la difusión del costo de vida, en teoría se lo hará el 10 de setiembre, con los esfuerzos del Ministerio de Economía de mantener a flote las cotizaciones de los títulos públicos. Dos mundos diferentes dentro del mismo gobierno. Será una invitación ese 0,6% a vender más títulos de la deuda. Alimentos, prepagas y combustibles, los que más aumentos reflejaron, fuera de la órbita del secretario de Comercio Interior. Todo apunta a que, fiel a su meta, la inflación oficial de 2008 será de 8%, aunque nada explique de cuanto sucede en la realidad ya con alzas de 30 por ciento.
-
Gobierno apuesta a darles más combustible al crédito en dólares y al "carry trade" para sostener su esquema
-
La economía, camino a la primarización: quiénes son los ganadores y perdedores del rebote de la actividad
Cada mes los técnicos aguardan los datos oficiales para discernir el guisado de las estadísticas. Para agosto la atención está enfocada sobre el impacto del aumento de algunos servicios públicos, como la luz, y de privados como las prepagas y naftas.
En agosto, el rubro alimentos y bebidas mostró cierta estabilidad. Pero a la hora de confrontar los precios de las cadenas comerciales contra los pactados y manejados por la Secretaría de Comercio de Guillermo Moreno surgen importantes variaciones, sobre todo, registradas en la última semana del mes. Es el caso de algunas frutas, cortes de carne vacuna, productos de panificación y otros como aceites y lácteos y bebidas. También el costo de las comidas fuera del hogar evidencian serios ajustes.
En tal sentido, varios relevamientos privados detectaron fuertes aumentos en los precios de los alimentos, en particular de la canasta básica -clave para evaluar el nivel de pobreza e indigencia- en la última semana de 20% promedio.
Por otro lado, rubros como transporte en taxi, las cuotas de las prepagas, expensas, combustibles y la luz, más allá de los cigarrillos, apuntalan las estimaciones privadas, bien superiores a 1%.
Estas variaciones son las que imprimen un sesgo alcista en las expectativas inflacionarias de la población, que creen que el aumento de los precios se acelerará, y no, como desde el gobierno quieren convencer, que se ha frenado. Así se desatan nuevas pujas sectoriales, principalmente, de la mano del pedido de reapertura de paritarias.
No extraña que, por ejemplo, la recompra de bonos lanzada por el Palacio de Hacienda no haya mostrado signos de recuperación de la credibilidad. De modo que esperar que los bonos indexados tengan un mejor recorrido en el corto plazo, parece utópico.
Dejá tu comentario