26 de marzo 2024 - 09:11

Buenas noticias para la soja, pero un problema grave golpea a la producción de maíz: los detalles

La enfermedad spiroplasma kunkelii es causa de preocupación entre los agricultores, ya que su propagación ha impactado significativamente en la salud de los cultivos de maíz.

La enfermedad Spiroplasma kunkelii es causa de preocupación entre los agricultores, ya que su propagación ha impactado significativamente en la salud de los cultivos de maíz. 
La enfermedad Spiroplasma kunkelii es causa de preocupación entre los agricultores, ya que su propagación ha impactado significativamente en la salud de los cultivos de maíz. 
Agrofy News

Según el último informe emitido por la Bolsa de Cereales de Buenos Aires, se ajustó a la baja la proyección de producción de maíz para la presente temporada. Inicialmente estimada en 56,5 millones de toneladas, ahora se espera alcanzar únicamente los 54 millones de toneladas.

Este recorte de 2,5 millones de toneladas se atribuye a dos factores principales: la presencia de la enfermedad Spiroplasma kunkelii, transmitida por la chicharrita, y la intensa ola de calor que azotó la región durante el mes de febrero.

La enfermedad Spiroplasma kunkelii es causa de preocupación entre los agricultores, ya que su propagación ha impactado significativamente en la salud de los cultivos de maíz. La chicharrita, vector de esta enfermedad, ha contribuido a su rápida diseminación, afectando la productividad de los campos y generando pérdidas en la cosecha.

Por otro lado, la ola de calor registrada durante el mes de febrero ha exacerbado la situación, provocando un estrés adicional en las plantas de maíz en un momento crítico de su desarrollo. Las altas temperaturas y la falta de humedad han comprometido el rendimiento de los cultivos, reduciendo la expectativa de producción para la temporada en curso.

Panorama negativo para el maíz

Ante este panorama, los agricultores y autoridades del sector están trabajando en la implementación de medidas preventivas y estrategias de manejo para mitigar los efectos de la enfermedad y las condiciones climáticas adversas en los cultivos futuros. La investigación y la adopción de prácticas agrícolas sostenibles se presentan como herramientas fundamentales para enfrentar los desafíos que plantea la producción de maíz en la región en el contexto actual.

Las últimas noticias en el ámbito agrícola traen consigo un alivio ante los desafíos que enfrenta la producción. Aunque las precipitaciones, acompañadas de temporales en el noreste de Buenos Aires, han generado anegamientos en algunas zonas relevantes, la situación ha traído un respiro para la soja.

La humedad adicional proveniente de estas lluvias es recibida con optimismo de cara al ciclo 24/25, que se espera que tenga un paso a año niña, lo que implicaría condiciones más secas en agosto. Esta reserva de humedad se considera crucial para enfrentar las futuras condiciones climáticas y asegurar una producción estable.

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Sin embargo, el tema de preocupación persiste con la presencia de la chicharrita, un pequeño insecto que ha comenzado a causar estragos en los cultivos de maíz. Se estima que unas 400,000 hectáreas han sido afectadas, lo que ha llevado a una reducción de 2,5 millones de toneladas en la producción, según datos de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires. Esta situación se agrava con el exceso de calor previo, lo que aumenta el riesgo para las áreas de cultivo.

La soja: el alivio

A pesar de estos desafíos, hay buenas noticias en el horizonte, especialmente en lo que respecta a la soja. Durante febrero, la molienda ha mostrado un notable incremento, alcanzando las 2,3 millones de toneladas, un 51% más que en el mismo período del año anterior. Este aumento se atribuye en parte al ingreso de una mayor cantidad de soja paraguaya al mercado argentino.

Además, las condiciones de cultivo de la soja son favorables, con un 31% de los cultivos calificados como buenos a excelentes, la mejor marca en los últimos cinco años. Los rendimientos también son prometedores, con expectativas de hasta 40/45 toneladas por hectárea en los cultivos de primera en la zona núcleo.

Los compradores, ante la necesidad de mercadería, han elevado los precios disponibles, alcanzando los 265,000 pesos por tonelada, lo que representa más de 310 dólares al tipo de cambio actual. Esta demanda activa es un indicio positivo para los productores, quienes esperan aprovechar las condiciones favorables para garantizar una temporada exitosa.

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