8 de febrero 2005 - 00:00

Calzado: cuestionan a Brasil por demora en negociaciones

La Cámara de la Industria del Calzado cuestionó hoy la escasa predisposición de Brasil para encarar las negociaciones destinadas a revisar los volúmenes de exportación de zapatos hacia Argentina, encuentros a los que los empresarios del vecino país ya pegaron en dos oportunidades el faltazo.

"Sigue sorprendiendo la falta de espíritu negociador del país vecino. La parte argentina recibe con éste, el segundo desplante en los últimos dos meses", señaló un comunicado de la entidad difundido hoy, luego de que los brasileños no respondieran a la convocatoria formulada por la Secretaria de Industria de Argentina

Industria había comprometido para los días 7 y 8 del corriente, una reunión entre los industriales de ambos países, en coincidencia con la realización de EFICA 71, la exposición de calzado que reúne a los productores nacionales del sector.

El primer faltazo de los empresarios brasileños se produjo en Belo Horizonte, cuando los negociadores argentinos viajaron al Primer Foro Empresarial del MERCOSUR y los brasileños (dueños de casa) no acudieron a la reunión.

El comunicado de la Cámara sostuvo que "la incertidumbre con Brasil para el calzado sigue siendo moneda corriente.
Pese a los esfuerzos del Gobierno argentino, el espíritu negociador de Brasil brilla por su ausencia".

La importación de zapatos desde Brasil superó en enero último los 500.000 pares superando así los 300.000 que habían ingresado en enero del año 2004, y esto según el comunicado, "alimenta la incertidumbre y pone en vilo al sector y sus puestos de trabajo".

El titular de la Cámara del calzado, Alberto Sellaro, había denunciado en setiembre pasado que hasta el 31 de agosto habían ingresado al país 8,1 millones de pares de zapatos brasileños y que 1,5 millones llegarían en septiembre, por los que el cupo para el 2004 se terminaba de cubrir en octubre, con la mayor demanda por el Día de la Madre.

En esa oportunidad, el secretario de Industria, Alberto Dumont trató de bajar los decibeles de la discusión y aseguró que "aún se estaba muy lejos de llegar al cupo de 12, 13 millones de pares" que en un pacto de caballeros habían acordado en junio empresarios de ambos países.

Pero los cinco influyentes ejecutivos brasileños que se encontraban por entonces en Buenos Aires, encabezados por el presidente de la firma Azaleia, Antonio Brito, prefirieron no firmar ningún papel que aceptara ese pacto como un acuerdo formal del sector.

Más aún, éstos ratificaron en aquella oportunidad que no limitarían sus ventas a la Argentina, pese a las quejas de los industriales locales por la creciente importación de zapatillas y ojotas durante el 2004.

Ante esa situación, Sellaro pidió "aplicar un cupo, una medida pararancelaria como el etiquetado o el registro de la familia del calzado en el INTI", visto que a esa altura del año ya se había "importado un 78 por ciento más que en el mismo lapso del año anterior"

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