''Convencieron a gremios que dólar alto es popular. Me parece fenómeno''
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R.D.T.: Sólo en la Argentina se puede llamar heterodoxo a ese modelo. En cualquier otro lugar del mundo eso es muy clásico. A la vez es algo muy bueno tener superávit y difícil de hacer por varias razones. Por ejemplo, porque en seguida hay presiones salariales. Kirchner lo ha logrado y es un mérito. La cuestión es a qué precio y qué cosas implica.
P.: ¿Qué le parece el actual modelo del dólar alto?
R.D.T.: La gente le tiene un poco de miedo porque puede generar salarios bajos. Pero en el modelo actual hay muchasotras cosas que también lo describen. Cuando se empieza un modelo de crecimiento y se tiene éxito, se aprecia la moneda. La pregunta es si se va a tener la decisión política de mantener los salarios bajos para que no se aprecie. Uno puede decidir que sí o que no, pero no se puede enojar con los sindicatos si lo toman a uno como de derecha.
P.: ¿Y se va a poder seguir anclando el tipo de cambio?
R.D.T.: Por ahora el gobierno tiene convencidos a los sindicatos y a la gente como Ignacio de Mendiguren de que el tipo de cambio alto es nacional y popular. Mientras logren jugar a Mandrake, me parece fenómeno.
P.: ¿El crecimiento sostenido del PBI en los últimos años está ocultando problemas? ¿Impacta a pleno en la sensación de bienestar o felicidad, relación que usted analiza en sus trabajos?
R.D.T.: Hoy estamos encantados con este crecimiento, mientras que todo lo sucedido antes parece como no sustentable. Pero eso no es lo que creíamos antes. Si me hacía la misma pregunta en 1998, momento que veníamos con un crecimiento increíble, hubiese ocurrido lo mismo en el sentido que se creía que estábamos en una nueva Argentina. Entonces depende mucho de lo que la gente cree, no de lo que en verdad pasa. Por ejemplo, los argentinos creen ahora que el tipo de cambio era insostenible en ese momento. Recién ahora estamos mezclando el estudio de la economía de la felicidad con las creencias que tiene la gente. Es un campo nuevo muy poco estudiado que estamos tratando de explorar.
P.: ¿En qué línea por ejemplo?
R.D.T.: Lo último que hice fue un trabajo con Juan Dubras, de la Universidad de Montevideo, que empieza con la observación de que los norteamericanos castigan con penas más duras que los europeos. Según nuestra hipótesis, la diferencia se da por las creencias que existen en la sociedad respecto a cómo se retribuye el esfuerzo humano.
Entrevista de María Iglesia
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