El crédito al sector privado volvió a crecer en noviembre por encima de la inflación esperada, aunque con alguna ralentización, que se observa más fuerte en el segmento de en pesos que en el de dólares. Si bien la caída es leve y reciente, el optimismo respecto de que este catalizador impulsará el consumo el próximo año se mantiene intacto. No obstante, hay distintas aristas que exponen algunos flagelos del plan económico.
Crece el crédito: la tabla de rescate que alienta expectativas de repunte del consumo y la actividad
El crédito al sector privado crece mes a mes por encima de la inflación, con un impulso particular en los préstamos en pesos. Aunque la sostenibilidad de esta tendencia y el impacto en la recuperación económica dependen de factores clave.
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El onceavo mes del año anotó otro dato positivo sobre esta variable. Cabe recordar que las principales consultoras esperan un leve repunte para la inflación de noviembre en comparación con la de octubre (2,7%). Así, los datos del Banco Central (BCRA) al 27 de noviembre revelan que el stock de préstamos al sector privado creció 8,8%, mientras que se espera un índice de Precios al Consumidor (IPC) por debajo del 3%. El crédito en pesos mensual a esa fecha aumentó 4,1% y en moneda extranjera 6,9%.
El último dato mensualizado es el que arrojó el Informe de Bancos del BCRA de septiembre y ratificó que el avance “del saldo real del crédito bancario otorgado al sector privado” creció 6,7% en términos reales y alcanzó los $48,4 billones, lo que representa un aumento mensual de $3 billones en moneda homogénea. “El incremento resultó generalizado entre las distintas asistencias crediticias y acumula un aumento de 48,6% desde el nivel de fines de abril”, consigna el documento.
En noviembre, y tras mantener la tasa de política monetaria en 40% por 118 días, la autoridad monetaria resolvió recortarla y la fijó en el 35%. Y, como bien señalan desde la consultora Analytica, esta medida se debe enmarcar en la desaceleración de la inflación. Así que, con una proyección del 2,7% para noviembre, la tasa de interés real mensual sería del 0,2%, más baja respecto del 0,6% de octubre, cuando, por primera vez en un año, paso a ser positiva.
Los ejes de la recuperación del crédito
El monitor semanal de Quantum Finanzas, la consultora que dirige Daniel Marx, analiza el impacto de la reciente política monetaria de Argentina tras eliminar los pasivos remunerados del BCRA. Con un tope de base monetaria amplia (BMA) de $48 billones y la neutralización de expansiones monetarias por compras netas de divisas, el Gobierno cerró las principales fuentes de emisión.
Entre julio y noviembre de 2024, la base monetaria (BM) creció en $3,6 billones, un 17,4% nominal (2,7% real), mientras la ampliada (BMA) apenas subió un 2% nominal y cayó un 9% real. Esto se atribuye principalmente a compras netas de divisas ($2,73 billones) y a operaciones del Tesoro, que usó depósitos para pagar deuda y reforzar liquidez bancaria.
Este contexto favoreció a los bancos, que destinaron más recursos a LEFIs, títulos públicos y crédito al sector privado. Así, se dio un impulso mensual del 9,1% en préstamos al sector privado y del 6,1% en depósitos en pesos. La convergencia entre BM y BMA, junto con menor demanda de tasas de interés, fortalece el crédito en un entorno de estabilidad monetaria.
El crédito, bajo la lupa de los expertos
El informe de Analytica, con fecha al 21 de noviembre, indica que existen tres consecuencias directas de la reducción de la tasa:
- Modera la rentabilidad del "carry trade" al acortar la distancia con el crawl prefijado del tipo de cambio y las expectativas cambiarias reflejadas en el dólar futuro.
- Permite llevar la nominalidad un escalón más abajo al reducir la tasa de capitalización de Letras de Fiscales de Liquidez (LEFIs), que el BCRA está obligado a comprar a valores técnicos y
- Abarata el crédito, al impulsar aún más su recuperación.
De acuerdo con ese estudio, en noviembre, el crédito extendió la recuperación y creció 19,7% interanual en términos reales (con información hasta el 14/11). Mientras, en octubre, se ubicó un 14,2% por encima del nivel de un año atrás y marcó su variación mensual de 6,3% real sin estacionalidad. “El crecimiento se dio en todas las líneas, exceptuando a los adelantos que tuvieron una leve caída del 0,8% mensual”, asegura.
Sin embargo, destaca que el más relevante es el de las tarjetas de crédito, que representan un 27% del total y, en el mes, aumentó 5,8% real sin estacionalidad. Por otro lado, también es importante el crecimiento del 16,9% en los préstamos hipotecarios y en los prendarios, que subieron un 7,2%, en línea con el aumento del 6,3% de los patentamientos de autos en octubre.
Sebastián Menescaldi, director de EcoGo, indica en diálogo con Ámbito que, al sol de hoy, el crédito en pesos total registra una suba del 24% real respecto de noviembre de 2023 y del 84% respecto de los valores mínimos de abril pasado.
El crédito a empresas: el que más creció
El economista explica que la mayor suba interanual está concentrada en los créditos a empresas, que crecen 32,6% interanual (i.a.) y “que fueron los primeros en reaccionar”. Luego, están los créditos al consumo con un 19% i.a., mientras que los que son con garantía registran un alza de 7,4% i.a.
Y, si bien reconoce que los préstamos al sector privado presentan una desaceleración en los últimos días, “el crecimiento real es muy significativo y se ubica en torno al 5/6% mensual”, lo que, anualizado, se traduce en que “vuelan”. Un informe de Econviews coincide con esta mirada y señala que el crédito en pesos al sector privado aún crece, “pero a menor ritmo que en los últimos meses”.
El informe de la consultora de Miguel Ángel Kiguel indica que el impulso viene por el lado del crédito al consumo, dónde las cuotas y las promociones bancarias brotan “por todos lados”. Los préstamos comerciales evolucionan un poco más estancados, pero espera que la última baja de tasas tenga un impacto en las próximas semanas. “La buena noticia es que el crédito hipotecario crece a muy buen ritmo, de 15% real por mes, aunque desde un piso muy bajo”.
Para Menescaldi, el crédito va a ser uno de los dinamizadores del nivel de actividad. “Mayor previsibilidad permite un mayor apalancamiento de empresas y familias, que se encuentran, en general, con bajos niveles de deuda”, señala.
Por su parte, Claudio Caprarulo, director de Analytica, comenta en diálogo con este medio que todavía hay margen para que el crédito siga al alza. Para el economista, esto genera un círculo virtuoso que permite dinamizar el consumo de bienes durables, tal como se observa en el patentamiento de autos, y a su vez que los bancos reduzcan su posición en letras de Liquidez (LEFIs).
La evolución del crédito y “la bomba de tiempo”
Alan Daitch, CEO y founder de Tasa Tasa, apunta en declaraciones a este medio que Argentina está al borde de un "boom" histórico de créditos en pesos. "La inflación cede terreno y los bancos están en una carrera frenética por ofrecer tasas bajas y condiciones nunca vistas en las últimas décadas", asegura.
Para el experto, esto puede configurar una revolución financiera que puede cambiar la vida de decenas de miles de familias, al permitirles "cumplir el sueño de la casa propia". Y anticipa que, si la estabilidad económica acompaña, "no es descabellado pensar en superar récords de los últimos 25 años".
No obstante, advierte un riesgo, "detrás de este optimismo". Y es que, en un país con un historial de sacudones económicos, "es clave que quienes tomen estos créditos lo hagan con información y responsabilidad". Tal vez, en mención a los afectados por los créditos UVA.
El economista Federico Glustein explica que hay tres aristas a tener en cuenta para la evolución del crédito y el impacto en la recuperación económica. Por un lado, los préstamos derivados de las familias y agentes que,” ante la caída del ingreso, se endeudan fuertemente para consumo, lo que significa un peligro para su sostenibilidad y clave para la recuperación en 2025”, dice.
Otra arista es la vinculada con el crédito hipotecario, el cual Glustein ratifica que se encuentra en niveles altos como cuando hubo crédito UVA hace seis u siete años y es importante para que la clase media y alta muevan fondos congelados.
Y el crédito productivo, el cual es necesario para “salir definitivamente de la recesión y crecer”, sostiene. Para el economista, en estos últimos dos, tipos de crédito “está la llave de la reactivación, ya que crecen o por encima de la inflación”, una tendencia que va a seguir por esa senda en 2025.
Sin embargo, sobre el crédito de las familias existe una problemática: Glustein advierte que el endeudamiento para consumo de corto plazo “es una bomba de tiempo, puesto que tendría que migrar a bienes durables y no de consumo inmediato". Para ello, considera que "se tiene que recuperar el poder adquisitivo de todo el segmento trabajador”. Si eso no sucede, “podría entrar en un espiral que provocará una mayor caída del consumo”, advierte.
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