A pesar de la «ley antigoteo», la salida de depósitos por recursos de amparo creció en junio hasta u$s 280 millones, mientras que el programa monetario había estimado una salida de u$s 200 millones.
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En cambio, el «goteo» de depósitos (sin incluir amparos) fue muy inferior al que venía siendo en los últimos meses. El mes pasado llegó a los $ 1.610 millones, cuando la caída esperada era de $ 3.000 millones, o sea prácticamente el doble.
En tanto, la asistencia del BCRA a los bancos llegó a los $ 900 millones, también muy por debajo de los $ 1.700 millones estimados inicialmente.
Con esta situación arrancó Aldo Pignanelli su gestión al frente del Banco Central, cargo que asumió formalmente el lunes. Son cifras algo más esperanzadoras en lo que respecta al retiro de depósitos del «corralito».
Si se confirma la tendencia este mes, implicará una reducción en el ritmo de salida de fondos del sistema bancario respecto del promedio fugado entre enero y mayo.
En cambio, hubo una aceleración en la salida de depósitos por los recursos de amparo. Los u$s 280 millones que tuvieron que pagar los bancos representaron una expansión monetaria de $ 1.008 millones durante junio.
Tras una fuerte desaceleración de amparos en mayo tras la sanción de la «ley antigoteo» en el Congreso (a fines de abril), en junio volvió a notarse un repunte. Las medidas judiciales a favor de los mayores de 75 años y de casos especiales de salud pusieron nuevamente en aprietos a los bancos.
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