Creció 5 veces la venta de cheques diferidos
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Este intercambio, que viene creciendo desde principio de año, se ve motivado por la imposibilidad de pagar con diferidos la compra de insumos porque los proveedores no los aceptan y porque tampoco puede esperarse un plazo superior a los 30 días para cobrarlos a causa del riesgo cambiario y la devaluación.
Hay más movimiento también porque la factura de crédito no ha sido plenamente aceptada todavía y, por lo tanto, se libra un número mayor de cheques para cerrar transacciones.
• Preferencia
Los intereses rigen también para el cambio de otros documentos como facturas y certificados de trabajos realizados.
«El año pasado recibía certificados de obra de empresas constructoras. Los tomaba con intereses de 3%-4% mensual, pero ahora, por efectivo subió a 10-11%», aseguró Daniel Tierra, desde el sector de la construcción.
Cecchini, indicó que «se cambian los cheques diferidos por depósitos en cuenta corriente para no tener que esperar 45 días, que es lo que tardan en cobrarse y porque se pueden utilizar para realizar otros pagos, por ejemplo a proveedores».
Oscar Tenenbaum, vicepresidente de la financiera Concred, señaló que « estamos tomando cheques diferidos a 80%-90% de interés anual a las PyMEs. En el mercado informal se pueden ver tasas de 150% o más. Hoy en día, a las PyMEs no se les puede cobrar más por la situación que vive el país». Tenenbaum aseguró que «es muy difícil encontrar alguien que cambie un cheque diferido por plata fresca. Se ofrecen cheques al día».
• Sin fondos
Además del futuro incierto del dólar, uno de los problemas que deben enfrentar los compradores de estos cheques, es el importante aumento de cheques sin fondo que se reciben.
«Cerca de 40% de los cheques que recibimos no están respaldados, y muchos provienen de firmas de primera línea», aseguró un comprador del microcentro porteño que prefirió guardar el anonimato. En efecto, según José Paletta, director de Morosos Incobrables, «este año se triplicaron las denuncias de cheques sin fondo, de robo de facturas y cheques y de acá a fin de año la cifra va a seguir creciendo si no se revierte la situación económica». Por experiencia, Paletta recomendó facturar en todos los casos y registrarlo en los libros para dejar constancia de la operación. «Si la empresa de la que proviene el documento entra en convocatoria, es imposible cobrarlo después si no se tiene registro de ese cheque», indicó.
Debortoli afirmó que «mucha gente está dando de baja a las tarjetas de crédito también. En diciembre, bajamos el límite entre 30% y 40%, y hoy se está operando con 50% de lo que se permitía el año pasado».
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