Cristina de Kirchner cuestionó de nuevo a las calificadoras internacionales de riesgo, pero evitó ayer referirse a las nuevas vinculaciones hechas en Estados Unidos entre su campaña electoral y el dinero que Guido Antonini Wilson intentó ingresar a Buenos Aires. Por el contrario, al encabezar un acto en el Correo Central, la jefa de Estado concentró sus críticas en los « exponentes económicos y de partidos políticos, que tienen como modelo una economía de mercado como la de Estados Unidos» y que «durante tanto tiempo recitaron cuáles deberían ser los objetivos del Estado y hoy tienen un silencio absoluto».
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En esa línea, convocó a « reflexionar» sobre los juicios de bancos y consultoras internacionales de riesgo «que a la hora de administrar sus propios recursos no tienen las mismas ideas o, por lo menos, de la misma calidad que nos exigen a nosotros».
«Siempre atrás de las ideas hay intereses económicos y políticos que responden normalmente no a lo general, sino a lo sectorial y se disfrazan argumentos porque los verdaderos no se puedan revelar porque no son demasiado presentables», advirtió la mandataria.
Contracara
Durante el acto, en el que estuvo acompañada además por el gobernador de Córdoba, Juan Schiaretti, la Presidente destacó el rescate por parte del gobierno de los Estados Unidos de las gigantes hipotecarias Freddie Mac y Fannie Mae y lo contrastó con las críticas que recibió el oficialismo en las negociaciones por Aerolíneas Argentinas.
«El gobierno de los Estados Unidos hizo lo que tenía que hacer», afirmó Fernández de Kirchner en cuanto al salvataje económico y, como contracara, criticó a los legisladores opositores que durante la discusión por Aerolíneas en el Congreso «se rasgaban las vestiduras» por la intervención del Estado nacional.
A diferencia de su reacción tras la primera acusación hechapor el fiscal estadounidense Thomas Mulvihill en diciembre pasado, en esta ocasión la jefa de Estado optó por mantener silencio.
A fines de año pasado, cuando Mulvihill insinuó que los 800 mil dólares provenían de Venezuela para financiar la campaña electoral oficialista, Cristina de Kirchner dijo que la causa judicial en Miami es una operación «basura» del gobierno estadounidense.
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