Ya andan tan golpeados, mercados y operadores, que hasta lo que en época normal resultaría casi una rutina sin relieve, adquiere categoría superior: como de «repunte». Y es lo que dejaron los índices varios de la víspera, donde prosigue el tono de tensa calma y con la Reserva Federal inyectando más dinero, a las ansiosas tuberías financieras. Con eso no se soluciona la cuestión de fondo -empezando por no saberse dónde está ese fondo- y el dinero colocado no devuelve felicidad, pero ayuda. El Dow Jones lo reflejó con un tibio 0,44% de aumento, en el Bovespa quedó algo devaluado y con 0,3%, llegando a Buenos Aires -el más percudido- con un valor agregado.
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Fue de casi 0,9 por ciento el incremento del día, con un Merval en mínimo de 2.054, máximo de 2.085 y un cierre que no pudo conservar el mejor nivel. Resultó de 2.078 el punto final de la rueda, con una nómina de líderes donde ciertas rehabilitaciones fueron en pro de la suba, a la inversa del miércoles.
Lo mejor, dentro de la timidez de indicadores, resultó ver una aleación de las variables y con el volumen dando algo más de respaldo a los precios. Subió a los $ 81 millones el efectivo en acciones, casi 10% de segmento sobre los totales. Las «cauciones», con algo más de calma y menos de $ 125 millones.
El Hipotecario dio una vuelta completa, para caer 6%, con Mirgor en 5,4% de retroceso. Tenaris y Pampa aportaron a la mejora del Merval en buena medida, quedando el doble de especies con signo positivo -51- contra las 25 en baja.
Todo está en el mismo interrogante previo, lo único que varió es el signo de los indicadores en varias plazas bursátiles. Y trajo el alivio de una meseta, para intentar un mejor remate de la primera de setiembre. La Bolsa espera más.
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