Discuten con los bancos

Los bancos consideraron ayer «inaceptable» el pedido de las provincias para refinanciar sus deudas a una tasa de 15% anual y a 15 años de plazo. Sin embargo, el Ministerio de Economía ya está diseñando una contrapropuesta para encontrar una solución intermedia entre las posiciones de las entidades y la de los gobernadores.

Al final, se especulaba ayer por la tarde en la City porteña, la experiencia reciente demostró que siempre termina habiendo acuerdo. Aún cuando en esta ocasión los gobernadores decidieron tensar la cuerda al máximo.

En voz baja, los banqueros culparon a Horacio Liendo, mano derecha de Domingo Cavallo, por envalentonar los pedidos de las provincias. Ocurre que la propuesta inicial que el Palacio de Hacienda acercó a los gobernadores el domingo ya mencionaba la posibilidad de conseguir una tasa de 7% anual para refinanciar la totalidad de las deudas provinciales.

En total, las deudas de las provincias con los bancos asciende a u$s 10.000 millones, entre préstamos directos y la línea del Fondo Fiduciario.

«Estuvimos negociando con Economía dos semanas para realizar la mejor propuesta que teníamos a mano, y al final decidieron ofrecer cualquier otra cosa», se quejaba uno de los banqueros que participó de las negociaciones. Los bancos Galicia, Río y Francés llevaron la batuta de las conversaciones, ya que se trata de las entidades más expuestas al riesgo provincial.

En aquella propuesta, los bancos aprobaron una renegociación de la deuda que tenía como objetivo primordial darle oxígeno temporario a las provincias. Este es el detalle:

• Una tasa de 7% anual para lo que resta del año, que sube a 10% anual en el 2002.

• La diferencia entre esa tasa y la real del crédito (cercana a 17% anual) es capitalizada. Comienza a ser pagada en el 2003.

• El capital de los créditos tiene un período de gracia para su pago también hasta el 2003.

• Se elimina el «multiplicador». Se trata de un factor de ajuste atado a la tasa de riesgo-país que terminó elevando algunos préstamos a provincias a niveles de 35% anual.

Los gobernadores contraatacaron con una «solución integral» al problema de la deuda y no a una cuestión transitoria:

• Solicitaron que la tasa de interés de las provincias se fije en 7% anual.

• La capitalización de intereses por la diferencia que proponen los bancos queda eliminada. Esto implica una fuerte quita en el monto del crédito.

• El plazo de la deuda se repacta a 15 años, con dos de gracia para la devolución del capital.

Aunque por ahora las entidades no mostraron sus cartas para responder, una de las posibilidades es llegar a una solución intermedia. Por ejemplo, que la tasa de interés se ubique en entre 10% y 11% anual, con un plazo de refinanciación que se aproxime a los diez años. Pero todo estaba por ser analizado.

«Si aceptan la rebaja de las tasas, estamos en condiciones de acceder rápidamente al déficit cero, lo que desplomaría las tasas de interés que paga la Argentina», explicaron varios mandatarios provinciales para justificar la propuesta presentada.

Pero la posición de la banca fue terminante, con Luis Ribaya como negociador del Galicia a la cabeza: «Estamos pagando 10% por depósitos en dólares, que encima tienen un encaje promedio de 20%. No podemos prestar a 7% anual», le dijo a Pablo Verani, gobernador radical de Río Negro, con quien se reunió después del mediodía.

• Efectos

De acuerdo a cálculos que surgieron de las propias entidades involucradas, los efectos de esta verdadera quita de la deuda podrían ser devastadores. Significaría una pérdida cercana a los u$s 200 millones anuales, lo implicaría para bancos como Río o Galicia prácticamente perder toda su rentabilidad.

Horas más tarde, los radicales sorprendieron al jefe de Gabinete, Chrystian Colombo. Le propusieron utilizar dinero del Banco Mundial y del Banco Interamericano de Desarrollo para cancelar deuda bancaria.

«Hay cerca de u$s 3.000 millones de créditos no desembolsados de organismos multi-laterales. Podemos utilizarlos con este propósito y en el BID ya nos dieron luz verde», le dijeron a Colombo.