Dueños de departamentos prefieren a los turistas
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Cada vez son más los turistas que eligen Buenos Aires como
destino para pasar sus vacaciones y optan por alojarse en
departamentos.
La oferta exclusiva para visitantes extranjeros sigue en aumento a partir del creciente flujo de visitantes y residentes temporales. Los turistas arribados a la Ciudad de Buenos Aires durante 2007 fueron 2.341.405, 11% más que en 2006, y la estadía promedio de un año a otro pasó de 7 noches a más de 10, según datos de la Secretaría de Turismo porteña.
La pregunta es por qué los turistas prefieren los departamentos a los hoteles. Alejandra Covello, dueña de la inmobiliaria que lleva su apellido, ensaya una explicación casi sociológica: «El departamento permite conectarse con la esencia del lugar. Se trata de visitantes interesados en conocer el folclore local. Prefieren hacer las compras en supermercados y ferias, conocer cómo es la vida en la Argentina y la noche porteña».
Coincide su colega Marcela Picca, directora de BA House, un buscador on line de departamentos para turistas que tiene más de 500 propiedades registradas: «Es un tipo de estadía que permite al extranjero conocer con mayor profundidad la vida local. El hotel es cómodo para permanecer pocos días, pero no tanto para quien se queda más de una semana: los hoteles tienen horarios estrictos para desayunar, almorzar o cenar... El departamento da más independencia: allí se pueden recibir visitas, comer a la hora que uno quiere...».
De los extranjeros que visitan Buenos Aires, quienes prefieren esta modalidad para su viaje son los colombianos, venezolanos y los europeos de clase media -cuyas estadías llegan a tres meses-, sobre todo los alemanes e italianos. En general, se trata de jóvenes con «onda bohemia», aunque los especialistas aseguran que también hay interesados de tercera edad.
Otros potenciales clientes son los extranjeros que ya conocen la ciudad y desean regresar y probar una experiencia distinta. Es el caso de Ana Laura Guzmán, una peruana de 29 años que eligió un departamento en Belgrano para alojarse durante dos semanas.«Me encanta este país. Ya había venido hace casi diez años y me propuse volver para conocer mejor Buenos Aires y aprender a bailar tango.
Llegamos con unas amigas y creímos que alojarnos en un departamento nos daría la posibilidad de que cada una entre y salga de manera independiente en el momento del día que quisiera», dice.
No cualquier departamento sirve para este propósito. Las condiciones son estrictas: debe tener amueblamiento completo, electrodomésticos, ropa blanca, servicio de mucama, telefonía, Internet y TV por cable. Además, la ubicación es determinante: los visitantes extranjeros sólo buscan alojamiento en San Telmo, Palermo, Belgrano, Puerto Madero, Recoleta, Barrio Norte y el microcentro, zonas que les permiten estar cerca de los puntos de atracción turística y de la movida nocturna. De estas zonas, según un estudio del sitio de Reporte Inmobiliario, Barrio Norte-Recoleta es la zona más pedida: concentra 36% de la demanda total, seguida por Palermo (31%). Los departamentos más buscados son los de uno y dos ambientes, y los precios varían de acuerdo con la comodidad, ubicación y equipamiento.
«Los edificios con servicios, amoblamiento de lujo y decoración autóctona -un valor agregado para los extranjeros- llegan a u$s 35 el metro cuadrado por día en Palermo. Un departamento de 100 m2 puede costar u$s 300 la noche», explicó Covello. Sin embargo también se ofrecen opciones más económicas, sobre todo para quienes elijen estadías largas. Por ejemplo, se puede alquilar un departamento de un ambiente amoblado, aunque sin amenities, por u$s 450 el mes, y entre u$s 600 y u$s 900 un 2 ambientes.
La mayoría de los turistas que eligen este tipo de alojamiento buscan por Internet a inmobiliarias o administradores de propiedades que los asesoran y hacen de intermediarios entre los turistas y los dueños de los departamentos. La comisión para estos brokers es de 15% del precio final de la locación.
La mecánica es como la de un hotel: hay check in y check out, además de un contrato con depósito obligatorio que, si la propiedad se deja en las mismas condiciones en que fue entregada, se devuelve el último día de la estadía. La rentabilidad que genera el rubro de los alquileres temporarios esta íntimamente vinculada con el nivel de ocupación, y es aquí donde reside el riesgo. «Es un negocio que funcionará en la medida que no se frene el ingreso de turismo y el dólar se mantenga en una relación conveniente para los extranjeros», afirmó José Rozados, CEO del sitio Web de Reporte Inmobiliario. Los meses de mayor demanda son marzo, abril, noviembre y diciembre, aunque el pico se registra en julio y agosto; enero y febrero son los menos pedidos; los especialistas advierten que es imposible planificar la ocupación con más de tres meses de anticipación. «Se trata de una actividad donde no es posible planificar, porque no existe certeza de cuál será el nivel de ocupación», explica Lucila González Balcarce, directora del buscador de propiedades para extranjeros argentinahousing.com. «El riesgo principal de este rubro es que los gastos hay que pagarlos igual haya o no inquilinos», dice Picca.
Existen claves para lograr subsistir en el rubro. «Es imprescindible tener buenos contactos en el exterior. En mi caso esa tarea me la facilita una inmobiliaria. Hasta ahora siempre mantuve un buen nivel de ocupación, y de hecho para los próximos dos meses tengo el departamento alquilado», dice Lima.
De todas formas, pese a los riesgos que implica, el alquiler temporario a turistas se presenta cada vez más como una buena opción para invertir y hasta promovió el surgimiento de otro negocio: la venta de inmuebles a extranjeros, un rubro que en la Argentina crece rápidamente.
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