Berlín - Sólo dos temas preocupan a los industriales alemanes: el control de precios que creen podrían sufrir en la Argentina en caso de decidir invertir en el país y la posición que tiene Néstor Kirchner con respecto a la relación entre Venezuela e Irán, por su cercanía con Hugo Chávez.
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«¿La política frente a las empresas extranjeras podría cambiar en algún momento con respecto a un posible control de precios?», preguntó Martin Grub, de Bayer AG, de Leverkusen, al ministro de Planificación, Julio De Vido, a quien igualmente el ejecutivo elogió luego de una extensa presentación con datos macroeconómicos argentinos que el funcionario brindó en la Federación Industrial alemana, en esta ciudad. Ante más de 20 representantes de grandes firmas locales, como Wintershall, Simens o ThyssenKrupp, y funcionarios del Ministerio de Asuntos Externos, De Vido contestó que «no habrá control de precios, sino de costos. Este control finalmente lleva a precios razonables. Nosotros no podemos tener inflación porque nos negamos a retroceder. Algunos me dicen que soy odioso porque me gusta mirar los balances de las empresas. Pero sé que con algunos sacrificios de rentabilidad, la economía en su conjunto puede beneficiarse».
La respuesta pareció conformar a los germanos, que se inclinaron a seguir preguntando por la situación del Mercosur, principalmente en materia política.
En realidad, esta consulta llegó por la insistencia de De Vido en cuanto a que la Unión Europea debería bajar los subsidios agrícolas para poder reforzar la relación de ese bloque con el Mercosur. «Este es un tratado comercial. No puede estar condicionado por la política de cada país miembro. La Argentina respeta la autodeterminación de cada nación y por eso nuestra relación con la república bolivariana de Venezuela es muy buena. En cambio, con Irán la relación es mínima, incluso pedimos detenciones de funcionariosdel gobierno por los atentados terroristas que sufrió Buenos Aires», dijo cuando Hildegard Stausberg, de Ibero-Amerika Verein de Hamburgo, preguntó por la eventual influencia venezolana en el Mercosur.
En un moderno edificio de la Capital alemana, donde se habló tanto de economía como de fútbol ( principalmente del último mundial), De Vido debió también convencer a los empresarios sobre la falsedad en los análisis que anticipan una eventual crisis energética. Al ser consultado sobre las versiones de los problemas de energía en el país, el funcionario detalló los proyectos en marcha, aseguro que el horizonte energético es muy sólido y bromeó con que si el año próximo falta energía, será por culpa de Siemens (la empresa alemana que construye actualmente dos turbinas que estarán sumando 1.700 MW en 2008 a la red argentina).
Conceptos principales
Los siguientes son los principales conceptos que trasmitió De Vido, que tienen su eje en la intención de atraer inversiones alemanas:
Nuestro tipo de cambio competitivo permite mantener el superávit y así continuará en el futuro. Soy colaborador de Kirchner hace 15 años y les aseguro que el superávit vino para quedarse.
Intervenimos en el mercado periódicamente para mantener el precio relativo del peso e incrementar las reservas. El pago de la deuda al FMI y la exitosa renegociación de la deuda privada nos permitió mejorar el ratio entre el PBI y la deuda, que hoy es de 56%, una relación completamente normal. · Kirchner es un claro defensor del tema de los costos para poder ordenar la inversión.Los precios no siempre reflejan el principio de escasez. Cuando la economía es pequeña o mediana como la argentina, hay que generar sistemas de articulación que permitan maximizar las posibilidades empresariales.
Intervenimos en más de 80% de la red caminera. Construimos caminos y arreglamos los rotos. Se alcanzarán u$s 5.500 millones de inversión en las rutas provinciales. Estamos retomando la producción de energía nuclear con fines pacíficos. Con respeto y humildad, creo que Alemania debería revisar su vuelta a esta actividad. Nosotros en Atucha I incluso utilizamos tecnología alemana.
Se abren licitaciones y negocios en los que pueden intervenir empresas alemanas, como la usina térmica de carbón de Río Turbio, el tren de alta velocidad Buenos Aires-Córdoba, volverá el tranvía o el desarrollo minero. Para cada uno de sus proyectos habrá un funcionario de mi ministerio acompañándolos.
Luego de esta reunión que duro más de dos horas, el ministro utilizó su último día de visita oficial a Alemania para reunirse con el ministro de Asuntos Exteriores alemán, Frank Walter Steinmeier, y con el de Transporte, Energía y Desarrollo Urbano, Wolfgang Tiefensee. Con el primero, la conversación según comentó De Vido giró en torno a la necesidad de aumentar las exportaciones argentinas hacia Alemania para equilibrar el intercambio comercial, hoy u$s 600 millones a favor de ese país. En cuanto a transporte, el próximo mes comenzarán las conversaciones para crear un sistema de intercambio de información vinculado al transporte ferroviario, al control satelital de vehículos, y al ahorro de la energía mediante construcciones inteligentes.
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