16 de abril 2020 - 00:00

La pandemia le ganó y Medanito va al default

Antes había conseguido 12 prórrogas por parte de sus acreedores, pero esta vez directamente avisó a la CNV que no podrá cumplir con sus obligaciones.

Golpe. El talón de Aquiles de Medanito fue su elevado endeudamiento.

Golpe. El talón de Aquiles de Medanito fue su elevado endeudamiento.

La pandemia venció a la petrolera Medanito, que cayó en default pese a haber obtenido 12 prórrogas consecutivas por parte de sus acreedores para saldar una deuda de u$s80 millones tomada en 2017 y el capital e intereses de Obligaciones Negociables por u$s20 millones. Según informó la empresa a la Comisión Nacional de Valores (CNV) la pandemia terminó por darle el golpe de gracia a sus finanzas que ya venían muy complicadas desde hace al menos un año. Y los factores fueron varios: desde la fuerte baja que sufrió el precio del crudo en las últimas semanas, hasta la suspensión de compras por parte de las refinerías.

“Por motivo de la pandemia, la demanda del petróleo cayó drásticamente y del mismo modo aún más su precio, respecto del cual –en las condiciones existentes– no puede tenerse ningún tipo de certeza. En consecuencia, las refinerías han suspendido su operación y la compra de combustible crudo, sin vislumbrar por ahora cuándo se normalizará la actividad. En particular sobre la situación de la Sociedad, YPF remitió sendas notificaciones tanto a la Sociedad como a Chañares Energía S.A.U. -sociedad controlada por la Sociedad- informando que suspenderá en forma transitoria y hasta nuevo aviso las compras de petróleo crudo”, detalla la compañía a la CNV.

Ante este complejo panorama, Carlos Marcos Gibson Responsable de Relaciones con el Mercado de Medanita, explicó: “Ante la Emergencia Sanitaria y la crisis de la industria del petróleo, la Sociedad se encuentra forzada a reducir al mínimo sus operaciones y estructura de costos a fin de garantizar el “principio de empresa en marcha” y morigerar todos los impactos negativos y adversos que tiene y tendrá esta situación en sus resultados. Por ello y en esta instancia de gran incertidumbre sobre el devenir de los acontecimientos referidos, el curso de acción más prudente y diligente que podrá seguir la Sociedad es privilegiar dar cumplimiento respecto de todos aquellos compromisos que se encuentren estrictamente asociados a sus operaciones, incluyendo especialmente sus compromisos laborales y de la seguridad social asumidos con todos sus colaboradores”.

Así es que las únicas obligaciones, con un flujo de caja prácticamente negativo, que atenderá Medanito serían el pago de salarios y el mantenimiento básico de los devenires de la empresa. Los acreedores quedaron por el momento stand by.

Finalmente, la empresa hizo saber ante la CNV que: “Ni bien la Sociedad: reciba cualquier tipo de notificación bajo los acreedores de las ON como bajo los acreedores del Préstamo, y/o tenga algún tipo de certeza sobre la recomposición de sus operaciones y flujos de fondo para hacer frente a sus compromisos financieros; comunicará estas situaciones oportunamente tanto a CNV como a ByMA.

Tal como sucede con otras firmas de la Argentina, el talón de Aquiles de Madanito es su millonaria deuda. Según se desprende de sus balances, a septiembre del año pasado su deuda financiera ascendía a $7.061 millones (unos u$s122 millones), compuesta principalmente por el préstamo sindicado de u$s80 millones y las ON Clase 10 por u$s20 millones.

En este contexto, desde marzo del año pasado la empresa viene maniobrando con sus tenedores de deuda, prácticamente consiguiendo una prórroga por mes y prometiendo que en breve cancelaría sus obligaciones.

La pandemia de coronavirus vino a complicar aún más el panorama de la ya frágil compañía y eso se evidencia en los resultados económicos de la empresa. En marzo pasado presentó su balance anual cerrado en diciembre en el que incurrió en una pérdida superior al 15% de su patrimonio neto. Es decir, Medanito terminó 2019 con un rojo de $6.800 millones, el año anterior, había registrado pérdidas por poco más de $3.100 millones, aunque en la práctica sus números vienen muy complicados desde hace varios años porque anteriormente repitió el resultado adverso en los años 2017, 2016 y 2015.

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