Estatizan Aguas Argentinas
El gobierno anunció ayer la estatización de Aguas Argentinas. Este diario ya había anticipado la intención oficial hace 45 días aun cuando como último intento seguía buscándose que un grupo de empresarios argentinos se hiciera cargo de la concesión. De hecho, recién el lunes por la noche en París, Eduardo Eurnekian en reunión con los ejecutivos franceses de Suez, principal accionista de Aguas Argentinas, cerró toda posibilidad de entendimiento. Así, la prestación del servicio vuelve a ser estatal bajo la nueva AySA (Aguas y Saneamiento Argentinos) y se suma a casos ya conocidos como el del Correo, la aerolínea LAFSA y el de ferrocarriles. Son todos deficitarios, de mala prestación, incluso el Correo, acerca del cual existen muchas dudas sobre los balances que presenta. Desde el gobierno se criticó fuerte a la empresa, pero lo cierto es que tan mala no era ya que varias veces estuvieron cerca de cerrar un acuerdo y mantenerla en la concesión. Hay una simple ecuación: sin subir las tarifas, el servicio no es rentable y, en definitiva, por ello no aparecieron interesados privados para reemplazar a Suez. Obviamente, ahora no se van a disponer aumentos, por lo que el Estado pasará a hacerse cargo de las pérdidas -serán fuertes sin duda- que generará la flamante AySA. A diferencia de las estatizaciones anteriores, la de Aguas es más compleja, con 8 millones de personas que utilizan el servicio. Ayer mismo ya se anunciaron inversiones a 5 años para extender prestación y dar tranquilidad a los usuarios. Nada permite suponer que AySA será mejor manejada que la vieja y fracasada Obras Sanitarias de la Nación. Se insiste con el estatismo una vez más, y lo más preocupante es que desandar todo este camino en el que se lanzó el gobierno será muy complicado.
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Según López, «hasta hoy la empresa prácticamente fue conducida por los trabajadores y hemos pasado el verano sin problemas, sin cortes de agua, y creemos que vamos a seguir así».
La reestatización del servicio fue anunciada por el ministro de Planificación, Julio De Vido, en un acto en la Casa de Gobierno, en el que estuvo acompañado por López, Solá y Telerman.
De Vido destacó «la culpa del concesionario que obliga al Estado» a tomar la decisión, y se refirió a «los elevadísimos niveles de nitrato en el agua que es actualmente proveída por Aguas Argentinas».
Afirmó que «el límite normativo de concentración de nitratos en agua es de 45 miligramos por litro». «Esta frontera -agregó- fue impuesta como meta para el año de inicio de la concesión, y ese valor máximo es similar al impuesto en la Unión Europea, Francia incluida, país éste de origen del operador técnico y socio mayoritario de Aguas Argentinas» (en referencia a Suez).
De Vido precisó que la situación más grave se registra en Lomas de Zamora, «donde de acuerdo con muestras realizadas la semana pasada se pudieron determinar valores de nitrato 40% más altos que el límite de la norma en muestras tomadas de picos domiciliarios, y hasta 222% por encima de la norma en agua de perforaciones».
Añadió que «esto se agrava porque las familias afectadas por los nitratos pertenecen a un grupo socioeconómico caracterizado por su vulnerabilidad y sin que los afectados hayan podido evitarlo».
Según los datos oficiales informados ayer:
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