El Gobierno ya delimitó los ejes de su plan pospandemia para reactivar la economía. La construcción, impulsada mayoritariamente por la obra pública, y la industria serán los motores para salir de la crisis. Ambos sectores comenzarían a mostrar señales de reactivación a partir del segundo semestre del año, según las proyecciones del gabinete económico del presidente Alberto Fernández.
Construcción e industria: la 'llave' del Gobierno para reactivar la economía
La inversión en obra pública será uno de los motores para la puesta en marcha de la actividad. También se confía en diálogo con el empresariado.
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La fórmula que el Gobierno está mirando con atención es que, si invierte 1% del PBI en obra pública, obtiene un crecimiento de alrededor del 4,2% en este indicador, según una máxima que pregonan desde el sector de la construcción. Contemplando esta variable se explica la visita del viernes pasado de Alberto Fernández a las provincias de La Pampa y Neuquén donde anunció el desembolso de $4.600 millones y $12.300 millones, respectivamente, destinados a proyectos de obra pública que comenzarán a ejecutarse en breve.
En tanto, en la provincia de Buenos Aires el Gobierno anunció semanas atrás que inyectará $20 millones destinados a la ejecución de 292 proyectos de obras de infraestructura productiva y equipamiento social en 40 municipios. El plan contempla además la generación de 8.500 puestos de trabajo directos.
A su vez, también se espera una cierta reactivación de la mano de la obra privada, según detallan desde la consultora Ecolatina: “En el mediano plazo, la disminución del costo de construcción en dólares (25% en los últimos 3 años) frente a cotizaciones de las propiedades relativamente estables (mayor rentabilidad para desarrolladores o proyectos desde el pozo), sumado a una disminución en las alternativas de ahorro (cepo cambiario mediante), configuran un set de incentivos que coadyuvarían a volcar recursos a la actividad”.
En este marco, un dato clave que evalúan en el ministerio de Desarrollo Productivo es la evolución del empleo exceptuado de la cuarentena. Al 27 de mayo el 65,2% de los empleados registrados ya estaban en esta categoría –el 20 de marzo era solo el 43,1%- y a partir del ingreso a la fase de distanciamiento social de la mayoría de las provincias, se espera un nuevo salto en este indicador. “Con marchas y contramarchas la economía se está reactivando”, señalan fuentes de la cartera productiva.
Lo cierto es que el pacto productivo planteado por el Gobierno ya está en marcha y parte de este nuevo armado pudo también vislumbrarse en la reunión que organizó Alberto Fernández en Olivos con 10 de los principales empresarios del país. En esta ocasión el primer mandatario no recurrió a representantes de cámaras sectoriales, sino que buscó acercar posiciones con el empresariado que está sufriendo en carne propia la caída de la actividad económica.
Una frase de Fernández quedó resonando entre los protagonistas que acudieron al encuentro: “Quiero que me ayuden para que, entre todos, dibujemos el mapa de lo que viene”. Justamente lo que viene es levantar una economía que muestra indicadores de retroceso fenomenales.
Según el INDEC, en abril la construcción tuvo una caída histórica interanual del 75,6%. En tanto, en mayo la actividad habría mostrado una recuperación a partir de la flexibilización de la cuarentena en distintas provincias de la Argentina y de la mano de estas mejores perspectivas se desprende que según el Índice Construya, durante el mes pasado la venta de insumos para ese rubro se disparó un 183,55% con respecto a abril.
Al mismo tiempo, también en abril, el primer mes completo de cuarentena, la industria se desplomó un 33,5% interanual, lo que representa la caída más importante desde que se tienen registro (1995) .
En este contexto, la industria automotriz evidenció un desplome del 87% interanual, aunque en mayo el sector fue uno de los primeros en reactivar sus fábricas.
Asimismo, el propio Alberto Fernández visitó dos terminales automotrices emplazadas en territorio bonaerense (Volkswagen y Toyota) que volvieron a funcionar en las últimas semanas. Es por eso que el sector se ilusiona con la puesta en marcha de un plan público–privado para reactivar las ventas en el mercado interno.
Las automotrices buscan acordar con el Gobierno el lanzamiento de líneas de financiación preferenciales para la venta de autos 0 km. Las cámaras del sector (ACARA y ADEFA) le presentaron el plan de estímulo -que incluye créditos a 36 meses con un interés de entre 10% y 12%- al ministerio de Desarrollo Productivo y se espera una resolución en las próximas semanas.
En definitiva, más allá de que la cuestión sanitaria continúa siendo de gran preocupación para el Gobierno nacional, también lo es la reactivación de la economía en el mediano plazo y parte de este escenario se refleja en el último Relevamiento de Expectativas de Mercado del BCRA (REM): “Los analistas estiman una caída del PBI para este año del 9,5%. En tanto, para el 2021, esperan un rebote de la actividad, alcanzando un crecimiento económico de 4,5% y de 2% para 2022”.
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