El Grupo Techint eligió a México como territorio desde el cual reemplazará el volumen de aceros planos que dejará de producir en Venezuela. Ayer Ternium, la subsidiaria de Techint para ese negocio, anunció a la Bolsa de Luxemburgo (donde cotiza) que invertirá u$s 4.200 millones en México en una nueva planta de aceros planos. El desembolso de esa cifra (que será financiada en buena parte con el flujo de caja propio y el resto con préstamos bancarios) se extenderá a lo largo de los próximos cinco años.
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Desde Techint se apresuraron a aclarar que la inversión en México no implica «abandonar» la Argentina: «Está en pleno desarrollo un plan de inversiones para llegar a los cuatro millones de toneladas anuales de aceros planos en el país, y que entre este año y el próximo requerirá inversiones por u$s 800 millones. ¿Si está previsto destinar fondos adicionales a esa suma luego de 2009? No estoy en posición de responder», dijo una alta fuente del grupo que comanda Paolo Rocca. La respuesta, obviamente, tiene que ver con la imposibilidad de adelantar decisiones sobre inversiones antes de comunicarlas a los mercados bursátiles, pero en el mercado viene sonando desde hace tiempo (más precisamente desde que Hugo Chávez confiscó Sidor) un plan de ampliación de Siderca e incluso la construcción de una nueva acería en territorio argentino.
Ternium ya controla en México dos empresas: Hylsamex e IMSA. Según la empresa, la primera etapa del plan de inversiones prevé levantar en la ciudad de Monterrey una planta «compacta de laminación en frío y galvanizado» con una capacidad de dos millones de toneladas anuales de rollos laminados en caliente. Esta primera etapa se llevaría u$s 2.700 millones de la inversión total prevista, y entraría en producción dentro de los próximos cuatro años.
En la segunda fase está previsto construir una planta de laminación en frío y galvanizado, también en Monterrey, capaz de entregar un millón de toneladas por año de rollos de laminados en frío y otras 300.000 de aceros galvanizados. Esta segunda etapa estará lista en 2013, y requerirá los restantes u$s 1.500 millones del plan de inversión.
Destino
Cabe recordar que los aceros planos se usan básicamente para la producción de automóviles, electrodomésticos de línea blanca, tinglados para el agro, techos, etcétera.
Está claro entonces que Techint ya ha dado por terminado el «affaire Sidor», a pesar de que todavía se sigue negociando con los funcionarios del régimen bolivariano. De hecho, parte de los fondos para el plan de ampliación en México provendría de una eventual indemnización que pagaría Venezuela por la confiscación de la siderúrgica.
Sidor producía -antes de su «regobernización», como dice la oposición venezolana- unas 4,5 millones de toneladas anuales de aceros planos, sobreun total cercano a los 12,5 millones de toneladas que producía Ternium entre ese país, la Argentina y México.
Reducida su capacidad a 8 millones de toneladas/año (por la pérdida de Sidor) y su facturación a u$s 10.000 millones anuales, Ternium busca compensar la falta de su planta en Puerto Ordaz ampliando su capacidad tanto en México (Hylsamex e IMSA) como en la Argentina (Siderar pasará de 2,6 millones a 4 millones de toneladas/ año a fines de 2009).
«México es un mercado que ofrece grandes oportunidades, y también está en muy buena posición geográfica para abastecer a la región», dijo la alta fuente de Techint, entendiendo como «región» nada menos que a Estados Unidos. El comunicado bursátil no deja dudas al respecto: «Ternium cree que la demanda de acero plano de valor agregado en México crecerá de manera sostenida en el mediano plazo, producto de nuevos desarrollos en la construcción y en la industria. Con la capacidad adicional en México, esperamos apoyar el crecimiento de la demanda que se anticipa en la región».
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