21 de diciembre 2004 - 00:00

"Hay que mejorar el Mercosur, pero sin perder industrias"

Héctor Méndez, presidente de la UIA a partir de abril: No podemos salir al mundo como bloque sin armonizar nuestro propio mercado común. Hay que hacerlo buscando no dañar al otro.
Héctor Méndez, presidente de la UIA a partir de abril: "No podemos salir al mundo como bloque sin armonizar nuestro propio mercado común. Hay que hacerlo buscando no dañar al otro".
"Como industrial voy a defender el sector de forma leal ante el gobierno, sin confrontar pero sin callarme ninguno de los temas que nos afectan." Después de casi dos años de pelea interna, la Unión Industrial Argentina (UIA) tendrá a partir de abril próximo un presidente de consenso. Se trata de Héctor Méndez, empresario plástico de 64 años, cuatro hijos y 35 años de actuación en el gremialismo industrial. Su elección fue acordada por los dos sectores en que se dividió la central fabril. Méndez dialogó con Ambito Financiero sobre cómo será su gestión en relación con temas que quitan el sueño a los empresarios (China, Brasil, la negociación salarial).

Periodista:
Se barajaron muchos nombres antes de que surgiera el suyo para encabezar la lista de unidad. ¿Por qué Méndez?

Héctor Méndez: Creo que fue porque mis pares llegaron a la conclusión de que para este momento y este gobierno hacía falta un empresario que compra, vende, invierte y paga la quincena. No tengo conflictos ni negocios con el Estado, ni un pasado que me condene (quiebras, concursos)... Y tampoco tengo ambiciones políticas de ningún tipo.


P.:
Hace algunas semanas el Mercosur parece haber entrado en su momento más crítico. ¿Les sirve a las empresas argentinas?

H.M.: Es necesario mejorar la actual relación con Brasil, porque el sacrificio de uno en beneficio del otro no le sirve a nadie. Deberemos aceptar la escala de Brasil, pero no las asimetrías que crean los beneficios especiales que reciben sus empresas, y que por caso alientan la radicación de plantas en ese país y no en el nuestro. Hay que armonizar los nichos de producción de cada país, buscando no hacer daño al otro.


P.:
La semana pasada otro dirigente empresarial (Luis Pagani, titular de AEA) dijo que era absurdo intentar competir con el resto del mundo si no podíamos con Brasil. ¿Está de acuerdo?

H.M.: Obviamente. No es posible tratar de salir al mundo como bloque si no somos capaces de armonizar nuestro propio mercado común. La Argentina debe revisar las asimetrías y repararlas. El tamaño de Brasil es algo que no puede manejarse pero sí buscar competir con más tecnología, por caso.


P.:
¿Y China?

H.M.: Es otro hecho que no puede desconocerse, y que no sólo nos preocupa a nosotros, sino al mundo entero. Pero creemos que el gobierno aplicará salvaguardas cuando sea necesario.Y no la veamos sólo como una amenaza, sino también como una oportunidad.


P.:
Usted se pronunció de manera bastante prudente respecto de los aumentos de salarios por decreto. ¿Por qué?

H.M.: Estoy a favor de la negociación directa entre empresarios y empleados para resolver temas salariales. Dicho esto, creo que el gobierno sabe cosas que nosotros desconocemos respecto de la situación social, y que tomó las medidas para desactivar una creciente conflictividad social.


P.:
¿Cuál será su posición respecto de la presión fiscal, que muchos de sus pares califican de «distorsiva»?

H.M.: Es verdad: muchos impuestos, como el de los cheques, son distorsivos y dificultan la marcha de los negocios. Pero en lugar de hacer reclamos puntuales, trataremos de elaborar un plan integral para acercárselo al gobierno.


• Resquemores

P.: Es indudable que la interna dejó algunos resquemores. ¿Cómo va a conducir la UIA frente a ese panorama?

H.M.: A la unidad se llegó sacrificando posiciones, pero con un clima de confianza mutua. En la UIA no puede haber proscriptos: todos sumamos, y no podemos anteponer los intereses personales al bien común.


P.:
¿Qué cambios se advertirán respecto de la actual conducción?

H.M.: Básicamente, no entraremos en internas sectoriales o regionales; cada sector deberá resolver sus temas y luego traerlos a la mesa de la UIA, que sancionará el consenso. La UIA debe trabajar a puertas cerradas y salir con un discurso único, y no aireando conflictos que confunden a todos. La «Unión Industrial» no debe ser un nombre de fantasía, sino un reflejo de lo que somos: industriales unidos.


P.:
Techint encabezó al sector «rebelde» dentro de la UIA. ¿Qué rol tendrá en la nueva conducción?

H.M.: No existe UIA sin Techint,pero tampoco será «la UIA de Techint». Nuestra conducción será plural, de todos; es muy bueno que Techint haya retornado a la entidad, para acompañar a las pymes que son el motor del crecimiento y del empleo.


P.:
¿Se van a acercar a otros sectores?

H.M.: Claro; intentaremos trabar acuerdos con la CGT, con otras cámaras empresariales, con la Bolsa. La idea es llevarle soluciones al gobierno: no debemos ser parte del problema, sino de las soluciones. Esto nos hará tolerantes con el gobierno, pero sin renegar de lo que somos.


P.:
¿Cómo prevé que serán sus relaciones con el gobierno?

H.M.: Estamos ya en una etapa de excelente relación, porque muestran una vocación industrial como hacía tiempo no se veía. Antes, las pautas las marcaba el mercado financiero, y ahora parece diferente. O sea, no queremos ser nosotros ahora quienes les digamos a los demás cómo deben actuar, sino -de nuevo- buscar el consenso para que el país avance.


Entrevista de Sergio Dattilo

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