Nada para rescatar, salvo que tal vez estamos un paso más cerca del fondo, desde donde tarde o temprano los precios habrán de rebotar. Con sólo dos alzas frente a 28 bajas y 6 que quedaron sin cambios, el trío compuesto por Pérez, Teco y Siderar, con su caída de casi 5,5% en promedio, fueron los principales responsables de que el más popular de los índices de Bolsa, el Merval, cerrara el día en 389,11 puntos, luego de ceder 4,19%. Lo mejor, si se puede hablar de tal cosa, pasó por el Santander, CECO y Atanor, que quedaron sin cambios, demostrando que tal vez la merma de la rueda anterior había sido algo exagerada. Que el castigo vino de adentro lo patentó el Merval de las locales, desbarrancándose 4,52% en lo que fue una de las peores jornadas de su corta historia.
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Complicando más las cosas, en un día plagado de rumores de renuncias presidenciales, acusaciones cruzadas a los medios y candidatos a nuevos puestos, el volumen negociado alcanzó unos impresionantes $ 13,8 millones. Es cierto que esta cifra es en sí misma casi risible, pero teniendo en mente que el mercado norteamericano apenas operó media rueda y que en la jornada anterior se negociaron papeles por $ 13,5 millones, bien cabe el concepto de «impresionantes». Cuando asumió la presidencia Fernando de la Rúa, el Merval orillaba los 553,42 puntos; en sólo 3 oportunidades desde entonces llegó a quedar debajo de la línea de los 400, marcando un mínimo el 25 de octubre del año pasado en 396,55 puntos. Con el cierre de ayer tenemos que remontarnos al 8 de marzo de 1999 para encontrar un valor más bajo. Un consuelo (tal vez de tontos), es bueno cuando el mercado refleja la realidad.
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