La UIA ahora dice que hay crisis energética: afecta a 4.800 empresas
La escasez de luz y gas impacta cada vez más en las empresas. Julio De Vido se enfrentó ayer con representantes de la Unión Industrial Argentina. En medio de un tenso clima, el ministro de Planificación calificó de exageraciones a los reclamos, ya que para él «la crisis es pasajera». Ayer comenzó el invierno, por lo que la batalla para el gobierno está lejos de culminar. Hay centrales en el Comahue ya sin reservas y, por ende, sin capacidad de generar. Néstor Kirchner insistió en culpar a empresas del sector y, pese al caso Skanska, prometió en 30 días licitar el Gasoducto del Noreste. Habló de «falta de deshielos», cuando en realidad lo que no abundan son las lluvias en la zona cordillerana. La única señal de alivio es que el fin de semana no habría inconvenientes por la menor demanda de luz y gas (de las empresas) y temperaturas no tan bajas.
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Las distribuidoras de gas avisan por fax del corte del suministro,
mientras que las eléctricas utilizan el correo electrónico,
tal como se ve en las imágenes.
Para reemplazar la electricidad, la empresa necesita contar con un generador propio, pero estos equipos son muy caros si se procura reemplazar toda la energía que no se puede usar. Si la empresa no cumple la orden, debe pagar $ 3.000 por megavatio/hora de castigo, lo que, en el caso de una restricción de 800 megavatios, implica un gasto superior a $ 10.000 diarios.
Otra de las dificultades es que el aviso de restricción está siendo recibido por las empresas con muy poca anticipación, unas dos o tres horas como máximo, cuando, en el caso de procesos continuos, se necesitan por lo menos tres horas para pararlos y, en el caso de otros más complejos, harían falta 24 horas.
En principio, se sabe que el gobierno está intentando que Cammesa, la empresa mixta que controla el despacho eléctrico, formule por lo menos una programación semanal para que las industrias sepan con anticipación cómo actuar.
No obstante, como el sistema está operando al límite, una falla inesperada puede cambiar el escenario, porque se está generando electricidad con muy pocas reservas. Pero también puede suceder lo contrario. Así, por ejemplo, el miércoles a la mañana Cammesa tenía programadas restricciones para todo el día durante jueves y viernes. Pero hubo algunas lluvias en el Comahue que mejoraron el nivel de reservas, y se registró menos frío en Capital y Gran Buenos Aires, por lo cual el consumo residencial se mantuvo levemente hacia abajo.
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