3 de mayo 2021 - 00:00

Deuda: en 2016, AGN había advertido a Macri que estaba financiando la fuga

Los análisis del organismo de control comprometen a los exfuncionarios. Crecimiento del endeudamiento externo, destino especulativo de los fondos y opacidad administrativa, entre otros señalamientos.

El expresidente Mauricio Macri. 

El expresidente Mauricio Macri. 

Una serie de informes de la Auditoría General de la Nación (AGN) revelan que el organismo de control venía advirtiendo a Mauricio Macri desde el comienzo de su gestión sobre el crecimiento del endeudamiento externo, el destino especulativo de esos fondos y el incumplimiento de los procesos administrativos. Los documentos que examinan las cuentas públicas del 2016 son ahora de mayor relevancia teniendo en cuenta la coincidencia con los argumentos por los cuales se investiga por presunta administración fraudulenta a los funcionarios de la administración anterior.

La AGN hace tres tipos de auditoría: la de cumplimiento legal, que se dedica a observar si la gestión obedece a las normativas vigentes; la financiera, que releva los números duros como por ejemplo la cuenta de inversión; y la de gestión donde se evalúa la eficacia del proceso. En cada uno de estos puntos, los informes son lapidarios sobre el accionar del gobierno de Mauricio Macri.

El análisis de la cuenta de inversión 2016 que hizo la AGN señala: “El sector institucional que más se endeudó con el resto del mundo fue el Gobierno, que capturó financiamiento externo por un 211% de las necesidades de toda la economía nacional”. Pero el organismo va más allá y asegura que “esos niveles de endeudamiento permitieron financiar el déficit de la cuenta de servicios y la formación neta de activos externos de libre disponibilidad”.

Este es uno de los puntos que sustenta la denuncia por administración fraudulenta. Una mecánica de endeudamiento externo que habría estado digitada para financiar la fuga de capitales. En el mismo sentido que los denunciantes, la AGN detalla que la formación de activos externos “se enmarcó en un proceso en el cual se eliminaron las regulaciones de capital y los requisitos en términos de permanencia, lo que tuvo como contrapartida el ingreso de capitales con destino a instrumentos en pesos que arrojaron altos rendimientos en dólares con un costo cuasifiscal significativo”.

Es por afirmaciones como estas que el Congreso todavía no aprobó ningún balance del gobierno de Cambiemos. El informe ya fue elevado a la Comisión Mixta Revisora de Cuentas. Este órgano conformado por seis senadores y diputados le dará tratamiento y lo elevará al pleno. Fuentes legislativas revelaron a Ámbito que hay un acalorado debate interno y que podría ser rechazado.

Una negativa parlamentaria a la rendición de cuentas le impediría a los ex funcionarios contar con un paraguas legal a la hora de afrontar los distintos procesos que apuntan al endeudamiento externo. “Es incluso peor que el rechazo de un presupuesto. Institucionalmente, genera una crisis mayor porque se traduce en que hubo una legitimación previa de fondos que ahora no se sabe a dónde fueron a parar”, detalló a Ámbito una fuente de larga experiencia en los organismos de control.

El procurador del Tesoro Carlos Zannini, que está a cargo de la querella en la investigación por administración fraudulenta, dijo el sábado a Radio 10 que “en la contratación del préstamo hubo una violación flagrante de las normas administrativas vigentes”. Los análisis de la AGN también van en ese sentido. Ámbito pudo acceder a la auditoría de gestión de endeudamiento bilateral donde se advierte sobre la falta de transparencia, confiabilidad y flujo de la información. Asimismo se insiste en la ausencia de sistematización formal de análisis del riesgo financiero y de un plan de mitigación y debilidad del control interno. En ese sentido cabe destacar que la información que no fue presentada ni registrada se incrementó con respecto a los años anteriores y que alcanzó al 20,1% del total.

Al respecto, el organismo concluye que “los defectos apuntados en relación a la falta de publicidad normativa, dificultades para conocer las condiciones financieras de los acuerdos y los posibles defectos en la carga del sistema de gestión alejan al auditado de la sana práctica que indica la necesidad de máxima divulgación y accesibilidad a los términos del endeudamiento”.

Del análisis de las cuentas del 2016 también surge que durante ese año “la deuda externa corriente se incrementó un 1037,7% aumentando su participación en el total de la deuda del sector público del 4,2% al 26,5% y que la deuda externa no corriente se incrementó un 34%”.

Este medio también tuvo acceso a la versión taquigráfica del debate que se dio para elevar el informe. De allí se desprende que ya en aquel momento los auditores señalaron que “el nivel de endeudamiento volvió a poner al país en una situación vulnerable” y remarcaron: “La dimensión del proceso de endeudamiento externo de la actual administración no tiene comparación en la historia argentina”.

Desde el regreso de la democracia no hay antecedentes de un Gobierno que no haya conseguido aprobar ninguna rendición de cuentas. El informe de la Auditoría General de la Nación es lapidario sobre los desmanejos económicos y administrativos que se llevaron a cabo durante el año 2016. Con respecto al 2017, 2018 y 2019 todavía no se emitió dictamen pero, según pudo saber Ámbito, los cuestionamientos serán aún más severos.

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