Lo más estable fue el ritmo alcanzado, que separó algo menos de 6millones de pesos para los certificados y con cerca de $ 19 millones para laslocales. Cifras parecidas a las anteriores, así como también el signo resultósimilar en la columna de cotizaciones, quedando con algo menos de negativo encuanto al porcentual del Merval, que quedó con 1,13 por ciento. De este modo,el aterrizaje sobre la azotea del 400 está ya muy cercano, habiendo concluidoen la víspera en los 414 y después de levantar un «match-point» que lo situabaen 408 y camino de perforar frontera. Esto fue salvado, a partir de señalesexternas que marcaban también cierta meseta para las bajas continuadas de losgrandes.
Peor las chicas
Nadie pasó del otro lado, pero es como que entró la tranquilidad delacostumbramiento a vivir en la mala. Esto cede paso a la quietud y el aguardarque los demás reviertan para ver si hay «colada» dentro de la tendencia ajena.
Obviamente, ningún estímulo favorable parte de nuestro propio escenario,por lo que todo se sintetiza en copiar parte de lo que hagan los demás. Y sisiguen en baja...
Esta vez el índice general de la Bolsa superó largamente a los otros.Como si con retardo hubiera llegado la poda, ese indicador que comprende atodas las especies bajó en 2,13%, casi el doble que el Merval. El Burcaptambién lo superó: sin salvarse nadie, sean grandes o chicas.
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