Tras la contundente derrota del Gobierno en las elecciones legislativas de la provincia de Buenos Aires, el dólar oficial pegó un nuevo salto y se acercó como nunca al techo de la banda de flotación. Frente a la elevada demanda de cobertura en "moneda dura", los analistas debaten sobre los tres caminos que puede tomar el equipo económico: mantener el esquema cambiario, con un elevado costo en materia de reservas, modificar la política, o establecer un nuevo cepo "light".
Riesgo cambiario: el dólar quedó a tiro del techo de la banda y la city ya mide los 3 caminos que puede tomar el Gobierno
La derrota electoral del oficialismo intensificó la demanda en el mercado de cambios. Mientras el Tesoro se queda sin poder de fuego, en el mercado debaten sobre la estrategia que tomará el equipo económico.
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Como de costumbre, el dólar está en el centro del debate económico en Argentina.
El tipo de cambio mayorista trepó 4% (+$54) este lunes hasta los $1.409, el precio más cercano al techo de la banda (hoy en $1.470), desde el inicio de este régimen cambiario, allá por mediados de abril. Si bien fuentes del mercado aseguraron que este lunes el Tesoro no intervino, se estima que en los anteriores cuatro días de participación oficial la cartera que conduce Luis Caputo perdió cerca de u$s500 millones para contener la escalada de la divisa.
Los dólares del Tesoro no alcanzan
Por lo tanto, sus depósitos en dólares retrocedieron a u$s1.126 millones. A este ritmo de ventas diarias, en apenas once ruedas se terminarían esos recursos, por lo cual, si el Gobierno quisiese sostener la estrategia cambiaria, debería empezar a utilizar los dólares del Fondo Monetario Internacional (FMI) que están en la autoridad monetaria.
El panorama es aún más desafiante si se tienen en cuenta los compromisos de deuda pública que hay en los próximos dos meses. “Según datos oficiales, hasta el 26 de octubre el Tesoro enfrenta vencimientos con organismos internacionales por u$s1.165 millones. Si pensamos al Tesoro como un ente separado del BCRA, salvo que el Ministerio de Economía reciba en estos dos meses nuevos desembolsos, la capacidad del fisco de seguir vendiendo dólares es extremadamente limitada”, alertó la consultora 1816 en un informe.
Tener la brecha en cero no sale gratis
El problema de oferta de dólares tiene como contracara una elevada demanda de moneda estadounidense. Desde la flexibilización del cepo para “personas humanas”, la compra neta alcanzó los u$s14.730 millones hasta julio; de ese total, el 62% correspondió a compras para atesoramiento o para el pago de consumos en el exterior con tarjeta de crédito, mientras que el 38% restante se dio por operaciones contra cuentas del exterior.
Este último punto es relevante ya que implica una operatoria que abastece la demanda de dólares en el CCL y permite sostener la brecha con el oficial en porcentajes cercanos a cero. “En muchos casos esas divisas se utilizan para pagar deuda o hacer pagos al exterior de compañías que operan legalmente por fuera del mercado oficial. La eliminación del cepo dejó un canal abierto para que quienes demandan divisas en el mercado financiero las consigan a un tipo de cambio similar al oficial. Mantener la brecha en 0% tiene un costo alto en términos de demanda de divisas”, soslayó la consultora PxQ.
En ese marco, la entidad advierte que el Gobierno se encontrará ante serias dificultades para defender el techo de la banda, “puesto que el precio del dólar paralelo no funciona como válvula de ajuste”. “En una situación de corrida, los u$s14.000 millones del FMI para no solo deben enfrentar la demanda encepada en el oficial, sino también la demanda libre en el paralelo”, acotó.
Para solucionar esta "filtración" del cepo, Claudio Caprarulo, director de la consultora Analytica, explicó en diálogo con Ámbito que el Gobierno puede implementar alguna normativa que limite ese “rulo”. "Esto subiría el precio del CCL pero puede reducir la demanda de dólar ahorro; es sobre ese trade off que debe elegir", agregó.
Dólar y estrategia cambiaria: el Gobierno debe elegir qué costos afrontar
Dado lo antes descripto, los especialistas debaten sobre la sostenibilidad del actual esquema cambiario. “Pueden llegar a octubre así. El riesgo es que tengan que usar los dólares del FMI y que empecemos a ver una caída de reservas para contener el tipo de cambio en el techo de la banda”, expresó Pedro Martínez Gerber, economista de PxQ.
Con una mirada algo similar, Federico Machado, economista de OPEN, ve que con lo aportado por el Fondo el equipo de Caputo "puede defender el techo muy bien hasta octubre pero con consecuencias graves para después".
Según 1816, el BCRA cuenta con aproximadamente u$s20.000 millones de reservas líquidas para defender el techo de la banda. "La gran pregunta que se harán todos en el mercado es cuántas divisas estará dispuesto el Gobierno a vender de aquí a las elecciones de octubre", subrayó la consultora, en un contexto en el cual la primera respuesta del ministro Caputo tras la derrota electoral fue que "nada va a cambiar en lo económico".
"¿Podrían dejar flotar sin defender ningún nivel? No puede descartarse del todo, pero implicaría un cambio significativo para un equipo económico que en estos dos meses reflejó no sentirse cómodo con este nivel del tipo de cambio", agregó.
En cuanto a las posibilidades de un nuevo endurecimiento de las restricciones cambiarias, Pablo Moldovan, director de Centro Periferia, no lo ve como algo factible, aunque aclaró que "los controles de cambios no son binarios". "Este Gobierno aplicó restricciones a pagos de importación. En un contexto muy difícil no descarto medidas que restrinjan otros factores de demanda", detalló.
Mientras tanto, desde la sociedad de bolsa AdCap ven muy probable que el dólar toque el techo de la banda y que eso podría generar un punto de inflexión ya que "el Gobierno podría considerar reintroducir el cepo". "Abandonar las bandas luce poco probable, ya que la política sigue anclada en un esquema enfocado ante todo en bajar la inflación. Sin embargo, la demanda de pesos está en mínimos históricos. El principal riesgo en este contexto pasa a ser el financiamiento del Tesoro", profundizaron.
En resumen, todos los caminos tienen aspectos que pueden ayudar al Gobierno pero, a la vez, algún tipo de costo negativo. El sostenimiento del esquema actual podría mantener a raya el precio del dólar, y así la desinflación, pero implicaría la pérdida de reservas y complicaría los futuros pagos de la deuda. La modificación del esquema, ya sea con bandas más amplias o con libre flotación, reduciría la pérdida de reservas y mejoraría la competitividad del tipo de cambio, pero podría podría agregar más leña al fuego de la inestabilidad financiera y tendría un peor impacto en materia de inflación. Por último, mayores restricciones cambiarias evitarían presiones sobre el valor del dólar, quizás sin gastar tantas reservas, pero podrían traer aparejadas indeseadas consecuencias en materia de credibilidad política y en los mercados financieros.
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