16 de octubre 2025 - 20:56

El 56% de la deuda pública está en dólares: ¿qué implica y cuáles son los riesgos?

De los u$s454.000 millones de deuda del Estado argentino, más de la mitad está en dólares. ¿Qué dicen los especialistas?

De los u$s454.000 millones de deuda del Estado argentino, más de la mitad está en dólares, lo que despierta dudas.

De los u$s454.000 millones de deuda del Estado argentino, más de la mitad está en dólares, lo que despierta dudas.

En septiembre, la deuda pública argentina disminuyó en u$s201 millones, ubicándose en un total equivalente a u$s454.031 millones, según el último informe de la Secretaría de Finanzas. Sin embargo, el 56% se encuentra en dólares.

La deuda pública se contrajo ligeramente

La reducción respondió principalmente a la baja de u$s310 millones en pasivos en moneda extranjera, parcialmente compensada por un incremento de u$s109 millones en deuda en pesos.

Durante el mes, el Tesoro registró cancelaciones netas por u$s1.023 millones, pero el stock se vio afectado por movimientos contables y de valuación: la capitalización de intereses de bonos y Letras por unos u$s4.900 millones fue compensada por la apreciación del tipo de cambio oficial, que redujo en cerca de u$s4.000 millones el valor en dólares de la deuda en moneda local.

En septiembre, el Estado destinó u$s10.158 millones al pago de deuda (el 91% en pesos y el 9% en moneda extranjera), mayormente aplicados a la amortización de capital. Esos pagos fueron cubiertos mediante canjes y nueva emisión de títulos, reflejando la estrategia de refinanciar vencimientos ante la imposibilidad de acceder a crédito fresco.

De acuerdo al reporte, en cuanto a la composición, el 44% de la deuda en situación de pago normal está nominada en pesos, mientras que el 56% restante está en moneda extranjera. En su estructura, el 76,7% corresponde a títulos y letras del Tesoro Nacional; el 21,8%, a organismos oficiales externos y el 1,5% restante, a adelantos transitorios y otros compromisos.

En los últimos doce meses, el stock total de deuda se redujo en u$s6.083 millones, con bajas tanto en obligaciones en dólar (–u$s3.941 millones) como en pesos (–u$s2.142 millones). No obstante, si se toma como referencia noviembre de 2023, la deuda en situación de pago normal aumentó en u$s28.459 millones, reflejo del financiamiento neto necesario para sostener el déficit y de la dinámica de capitalización de instrumentos.

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Un nivel de exposición vulnerable

De acuerdo a Leonardo Anzalone, director del Centro de Estudios Políticos y Económicos (CEPEC), el hecho de que el 56% de la deuda esté en moneda extranjera no constituye un nivel explosivo, aunque sí plantea un foco de vulnerabilidad en el contexto actual.

"En términos históricos, Argentina ha tenido porcentajes más elevados, pero hoy el problema no es tanto el ratio, sino la escasez de reservas y el nulo acceso a financiamiento externo”, explica.

Bajo su punto de vista, el riesgo surge porque los ingresos del Estado se generan principalmente en pesos, mientras que los compromisos externos deben afrontarse en divisas. En ese marco, “cualquier salto cambiario —como el que el mercado ya está descontando— impacta de manera directa sobre la sostenibilidad de la deuda y el equilibrio fiscal”.

La “composición ideal”, dice el economista, sería una mayor proporción de deuda en pesos, lo que reduciría la exposición al tipo de cambio y permitiría una gestión más flexible de los vencimientos. Sin embargo, reconoce que esa posibilidad depende de condiciones macroeconómicas que hoy lucen frágiles: inflación alta, tasas reales negativas y escasa confianza en la moneda local.

Por su parte, Aldo Abram, director de la Fundación Libertad y Progreso (LyP), relativizó la preocupación por el peso de la deuda en dólares, pero aclaró que no hay que dejarle de prestar atención.

“El concepto de que la deuda en moneda extranjera es peor que la deuda en pesos es muy argentino, porque parte de la idea de que la deuda en pesos se puede licuar”, sostiene.

Para Abram, el problema no está en la moneda, sino en la falta de credibilidad del Estado argentino. “La deuda hay que pagarla igual. Lo que pasa es que, como tenemos un prontuario de incumplimientos, es más fácil estafar a los argentinos que a los extranjeros. La deuda en dólares, con legislación internacional, no se puede licuar ni manipular fácilmente, y eso limita los abusos fiscales", relató.

En ese sentido, considera que la deuda total, más que su composición por moneda, es el indicador clave, junto con la capacidad de refinanciación. “Si fuéramos un país responsable, podríamos refinanciar tanto la deuda externa como la doméstica sin problemas. Pero como no lo somos, el mercado local termina financiando al Estado, y eso resta recursos a la economía real", sostuvo.

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