El peligro inminente no pudo ser soslayado: la falta de apoyatura de órdenes de la demanda y que venía siendo conjurada por una oferta muy sobria, terminó por dejar salir presiones en la nueva realidad del escenario. Y esto es, sencillamente, recortar cotizaciones para encontrar una línea de corte que haga reflotar el interés por la compra.
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Lo primero que se perforaba era la frontera del piso «700», solamente realizado en el intradiario, pero que ayer tomó cuerpo hasta el cierre. Finalmente, el Merval -que llegó a tocar mínimos de «687» puntos-concluyó en los «693» y después de máximo en «706» que quedó como dibujado. No daba para más el ambiente, decayendo un preocupante 2,16% en el promedio ponderado, la mitad de ello en el Burcap. El Dow Jones estaba en igual signo, pero mucho más suave y el Bovespa quedaba en una superficie condicional, con +0,18%.
Tiempos de órdenes flacas, la escasez se nota en todas las playas y la capacidad ociosa gana el recinto. En la víspera, donde el global habla de una cifra interesante -casi $ 42 millones de efectivo-pero el detalle es que más de $ 26 millones surcaron hacia los CEDEAR, quedando unos $ 16 millones cortos para las acciones. Ergo, en zona de poca tracción y tampoco ayer sirviendo para la defensa, por una oferta más inquieta y sin seguir esperando por lo que no llega. La baja de 5% en Comercial lideró al lote de líderes que solamente en Tenaris, subiendo menos de 1% con 133.000 papeles, puso la nota del «gol de honor» en medio del desgaste.
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