26 de abril 2022 - 00:00

Estiman difícil una suba del salario real por las escasas reservas y la brecha

El programa con el Fondo no tiene anclas antiinflacionarias, asegura la consultora PxQ. Y afirma que se necesitan más divisas y menos spread cambiario para financiar el aumento salarial.

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Uno de los principales desafíos que tiene el Gobierno este año es que los salarios no vuelvan a perder contra la inflación. Una tarea que la consultora PxQ estimó “difícil” dado el actual nivel de reservas internacionales y de brecha cambiaria.

En un pormenorizado análisis de los datos económicos tras la salida de la pandemia, la consultora que dirige el exviceministro de Economía, Emmanuel Álvarez Agis, señaló que la rápida recuperación de la actividad no se tradujo en una mejora equitativa para todas las partes, sino que provocó un régimen distributivo “Sixty-Forty”. La metáfora utilizada por la consultora de Agis hace alusión a aquella famosa frase de Juan Domingo Perón que, en un acto en 1973, dijo luego de dar detalles del aumento previsto de las exportaciones: “De esa ganancia, el gobierno se ocupará de que sea distribuida con justicia entre todos los que la producen. Sin colateralismos y ninguna ficción. Fifty-fifty, como dicen, mitad y mitad”.

El documento de PxQ hace especial hincapié en el carácter más regresivo de la actual distribución de la torta. Por ejemplo: “En 2016 los trabajadores se llevaban el 54% del valor agregado bruto de producción; en 2018, el 46%; al cuarto trimestre de 2021 la participación del trabajo llegaba apenas a 44,6%”. Parte de ese retroceso, explica PxQ, “tiene que ver con que el nivel salario real actual se encuentra 15% debajo de 2016 y 2018”.

Como contraposición, el documento pone de ejemplo lo sucedido entre 2010 y 2015. En ese período, dicen, “se logró una mejora en el salario real de más de 30%”, que se explica principalmente por la estabilidad del “tipo de cambio y las tarifas”, que “fueron las anclas nominales para que la inflación vaya por debajo del crecimiento de los ingresos”.

La contracara de eso se vio en los términos de intercambio. “La mejora en el poder adquisitivo traccionó un incremento en la demanda de divisas tanto para importación de bienes, como para turismo y ahorro”. “En un marco de exportaciones estancadas, se perdió el superávit comercial y ni siquiera el esquema de control de cambios logró evitar una caída de las reservas internacionales netas de casi u$s35.000 millones entre 2010 y 2015”.

“Dada la situación actual de la economía argentina en materia de reservas y brecha cambiaria (ambas, obviamente, están relacionadas) parece difícil que aumente el salario real de forma persistente”, dice el informe. Al mismo tiempo, los analistas también explican que el acuerdo con el FMI incide de manera negativa en la mejora de los ingresos reales de los trabajadores: “(El acuerdo) implica que se debe compatibilizar una suba del poder adquisitivo con por lo menos dos dinámicas macroeconómicas: mantener el tipo de cambio real y reducir el nivel de subsidios a la energía”.

Según PxQ, el programa acordado con el Fondo Monetario Internacional “carece de anclas nominales y es difícil que los salarios crezcan por encima de la inflación, en un régimen como el actual que se acerca en la clasificación a un Régimen de Alta Inflación”.

“Sin un programa antiinflacionario integral y sin una flexibilización del esquema de control de cambios que incremente la oferta de divisas en el mercado de cambios, cualquier mejora del salario real está destinada a ser transitoria y potencialmente desestabilizante, consolidando la actual situación de ‘Sixty-Forty’”, termina el informe.

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