10 de enero 2003 - 00:00

Serio: atraso tecnológico en empresas se acerca a 10 años

Sin duda, el gran perdedor del nuevo escenario económico es el sector tecnológico. En días de convertibilidad, el país había alcanzando el primer puesto en el ranking latinoamericano de informática, gracias al fácil acceso que tenían las empresas chicas y grandes a los productos de última generación.

La Argentina llegó a mover un mercado de u$s 1.000 millones en ventas de hardware (equipos) y software (programas) en 2000.

Un año después, en 2001, se vendieron 800.000 equipos y las empresas invirtieron más de u$s 800 millones en renovar máquinas que para el mundo no eran tan viejas.

Antes de la devaluación, las firmas líderes del mundo tecnológico agendaban lanzamientos de nuevos desarrollos en Estados Unidos y la Argentina en simultáneo.

Había equipos de última generación que podían encontrarse en cualquier negocio chico del barrio porteño de Belgrano, casi al mismo precio que en locales del país de origen.

En otros sectores, como el de la construcción, se compraron y renovaron maquinarias -por caso para hacer perforaciones de pilotes-, hasta 1994. «Hoy la mayoría trabaja con máquinas que van quedando viejas. Se compraron algunas durante la convertibilidad, pero con la recesión, no se pudo seguir invirtiendo y ahora ni se piensa por el costo del dólar. En otros países, se usan máquinas, como mínimo de 2000», indicó Daniel Tierra, empresario del sector.

Aunque no pasó tanto tiempo, son recuerdos hoy lejanos los récords batidos en los '90.

El año pasado, se vendieron sólo 120 mil computadoras.Y, se estima que entre 20 mil y 40 mil máquinas compradas -siempre en blancoeran equipos usados que empresas de primera línea desecharon
.

Bancos, fábricas y hasta renombradas compañías de informática, remataron equipos de última generación a comerciantes y hasta al público por distintas razones, entre las que se encuentra el objetivo de hacer subir los ingresos.

• Despidos

El incremento de los despidos también incidió. Las máquinas de los empleados que ya no volverían a trabajar fueron también rematadas.

Se repitió el caso -especialmente en las PyMEs- de tener que pagar con los equipos deudas que habían quedado dolarizadas o indexadas.

La inversión en tecnología durante 2002 se estima en menos de u$s 250 millones -todavía no hay datos precisos-debido a reposiciones en general, obligadas. La mayoría de las empresas trabaja hoy con máquinas del año 2000 y se retiraron del mercado alrededor de 50% de los negocios al público de todo el país.

«Tenía 5.000 clientes. Hoy, en la base de datos me quedan 2.500 activos», explicó en diálogo con
Ambito Financiero, un mayorista de informática. Además, las ventas de equipos cayeron más de 80%. Si se tiene en cuenta que en 2001 se vendieron 800 mil y el año pasado 120 mil, la reducción es del orden de 85%.

Se devastó también el mercado de leasing de maquinarias por la falta de crédito. «Hay algunas empresas que alquilan computadoras para eventos puntuales como ser, una exposición. Pero, con la falta de crédito y el costo del valor de reposición de los equipos, alquilar máquinas o hacer contratos de leasing es difícil», indicó Daniel Gutiérrez, prosecretario de la Cámara Argentina de Mayoristas de Informática (CADMI).

Las máquinas que dejaron las empresas, se vendieron en el mercado de los usados a usuarios particulares, pero también a empresas de países limítrofes.

Antes de la devaluación, países como México o Brasil recibían productos desde Asia (en general, genéricos) y Estados Unidos (grandes y primeras marcas) hasta 6 meses después que la Argentina. Muchas veces era por pedidos.

«En 2002, no se invirtió en nueva tecnología. Está mejor México que nosotros por la integración al NAFTA y no hay equipos de última generación. El cliente que los quiere, los tiene que encargar», recalcó Gutiérrez.

En lo que es soft, la Argentina no está tan atrasada. Salvo algunos servicios -como los programas de gestión- que se pagan, la piratería está a la cabeza.

Hoy en el mercado se consiguen como actualizados, los equipos que en 2001, se vendían como última generación entre 100% y 150% más caros en pesos. La mayoría de las máquinas que se rompen en las empresas no son repuestas sino reparadas
.

Con todo esto se pierde mucha velocidad. Las novedades tecnológicas quedarán para los argentinos, como recuerdos de la era de la convertibilidad. Inaccesibles por ahora, con un dólar que supera la barrera de los $ 3.

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