Desde que el Gobierno decidió usar Letras Capitalizables (LECAPs) para refinanciar su deuda en pesos, el peso de los intereses en el balance general disminuyó y mejoró los números del sector público. Entre el 2023 y el final del actual ejercicio fiscal de 2025 se ahorrará el equivalente al 1% del PBI.
Superávit financiero: la estrategia de Luis Caputo para bajar intereses en 2025, con riesgo de rebote en 2026
Los intereses de las LECAPs se registran como deuda nueva y por eso no forman parte del gasto. Pero el año año que viene, los compromisos volverán a presionar sobre las cuentas públicas, según plantea el Staff Report.
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Los intereses de la deuda volverán a subir a más de 2 puntos del PBI en 2026.
Así lo indica un estudio del Instituto Argentino de Análisis Fiscal (IARAF), en base al nuevo acuerdo entre la Argentina y el FMI, que elevó del 1,3% al 1,6% del PBI la meta de superávit fiscal de este año.
Detrás de los números sobre los intereses de la deuda, sobre todo la contraída en moneda local, hay una mirada atenta de los operadores de mercado, que empiezan a tener en cuenta los desafíos de la sustentabilidad.
El Gobierno emplea cada vez más LECAPs, que contablemente no registran gasto en intereses, porque al finalizar su vigencia el tenedor se lleva capital más el rendimiento, o si renueva, todo pasa a ser nueva deuda.
Por ese mecanismo, ha logrado mantener el superávit financiero este año. De lo contrario, si hubiera seguido usando como herramienta principal a los bonos y letras ajustables, es muy probable que el balance daría en rojo.
Según el IARAF, este año, el gasto en intereses de deuda, que incluye también los instrumentos ajustables y la deuda en dólares, caería 0,26 puntos del PBI respecto a 2024, por lo que el resultado fiscal terminaría con un superávit de 0,37% del PBI.
En 2023, el gasto en intereses de deuda representaba el 2,22% del PBI, nivel que heredó Luis Caputo al asumir. En 2024 lo redujo al 1,48% y este año cerraría en 1,22%, acumulando un recorte de un punto porcentual desde que tomó el control de las finanzas públicas. Sin embargo, en 2026 volvería a subir de forma significativa, hasta el 2,24% del PBI, superando incluso el nivel inicial. La razón: un calendario de vencimientos particularmente exigente, con pagos relevantes al FMI, a bonistas en dólares y obligaciones en pesos todavía elevadas.
El secretario de Finanzas, Pablo Quirno, cuestionó hace unos días los análisis en los que se asegura que el Gobierno oculta intereses detrás de las LECAPs. El funcionario consideró que se contabiliza como deuda y que ello, en los estudios realizados desde el Ministerio de Economía, sería sustentable.
Para que la deuda pública sea sustentable, su crecimiento debe mantenerse por debajo de la tasa de expansión del PBI. De lo contrario, tarde o temprano, su dinámica se vuelve inmanejable.
Y uno de los problemas es que la tasa de interés está en niveles más elevados que hace un mes, previo a la movida del Banco Central y el Palacio de Hacienda para retirar las LEFIs como instrumento para tomar la liquidez diaria.
El Staff Report del FMI indica que la Argentina pasará de un déficit fiscal financiero de 5,5% del PBI en 2023, a un superávit de 0,32% en 2024, al 0,37% en 2025 y a un nivel cero en 2026.
Una estimación de Cohen Aliados Financieros sostiene que el stock de deuda de Argentina total en pesos (que incluye LECAPs, CER y dólar linked), es de $175.707 millones, que devenga una tasa del 31,7% anual, y equivale a $56.304 millones, lo que implica un 6,5% del PBI. Es decir, sería un punto por encima del crecimiento de este año. Los operadores financieros van a estar atentos a ese aspecto de las finanzas.
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