7 de octubre 2021 - 00:00

Tras comprar Walmart, ChangoMás pone foco en proveedores locales

Ya cuenta con más de 1.000 productos de pymes y cooperativas, con precios hasta 15% inferiores a las grandes alimenticias. Interés del Gobierno y las organizaciones sociales.

Estrategia. El objetivo, dice la empresa, es reflejar las economías regionales de los distintos sectores.

Estrategia. El objetivo, dice la empresa, es reflejar las economías regionales de los distintos sectores.

Tras haber adquirido a la estadounidense Walmart, la cadena de supermercados ChangoMás cambia su estrategia y pone el foco en producción local, de pymes y cooperativas. Ya sumó 107 proveedores nacionales, lo que implica más de 1000 productos. El objetivo, afirmaron desde la empresa, es reflejar las economías regionales de cada sector del país, pero, además, se trata de productos más económicos, hasta 15% más baratos, en un contexto donde la inflación en alimentos supera el 50% interanual.

“Los supermercados que eran Walmart ahora son ChangoMás, y con esa nacionalización, la compañía hizo un cambio de definiciones, por lo que buscamos que cada góndola empiece a reflejar más la economía local de cada región”, afirmó a este diario Juan Pablo Quiroga, director de Relaciones Institucionales de GDN, el Grupo de Narváez que opera las 92 sucursales de ChangoMás, en 22 provincias del país.

Desde noviembre, cuando la compañía adquirió a la empresa norteamericana, sumaron 107 proveedores locales de pymes y cooperativas, equivalente a más de 1000 productos distintos. “Estos nuevos proveedores refuerzan la oferta pyme que ya está prevista en la ley de góndolas”, aclaró Quiroga, por lo que en los hipermercados Changomás la oferta de producción local de pequeñas empresas será superior a un tercio de todo lo exhibido en las góndolas.

La ley de góndolas establece que las grandes superficies deben tener un 25% de sus productos de parte de pymes, cooperativas y mutuales, y un 5% de empresas de agricultura familiar o de la economía popular.

En cuanto a los precios de los productos, pueden llegar a ser hasta 15% más económicos. “En categorías como pastas sectas, los proveedores que dimos de alta contribuyeron a que el precio de arranque de góndola sea más barato, lo mismo en gaseosas”, afirmó Quiroga. En otros casos, la producción local tiene un precio medio, similar a las de grandes compañías de consumo masivo, pero por tener una calidad superior. “Lo que no pasa es que sean más caros”, agregó el vocero de ChangoMás.

Desde la compañía observan un aumento en las ventas en este tipo de productos, sobre todo por los precios más bajos. En los primeros 6 meses del 2020, la venta de productos pymes de la categoría panificados solo representaba el 0,5% de las ventas, mientras que este año representaron un 7% del total, en el mismo período. “Cuando es el más barato de la góndola, las familias se animan, y al elegirlo se dan cuenta que la calidad es buena, por lo que lo vuelven a comprar. Lo que hay que trabajar es en dar a conocer estas marcas”, explicó Quiroga.

No todos los productos que suman pueden estar en todas las sucursales del país, como si ocurre con las grandes alimenticias, que abastecen en todo el territorio. “Te encontrás con proveedores con un buen producto, pero a muchos les falta el último salto, ya sea con temas técnicos, como que le falta alguna certificación, o que por un tema de escala no puedan abastecer más que a una sucursal”, detalló Quiroga.

Para llegar a estas pymes o cooperativas la compañía mantiene reuniones con municipalidades, gobiernos provinciales y ministerios. El Gobierno tiene especial interés en ampliar la oferta de productos en las góndolas, para enfrentar a lo que llaman “formadores de precios”. En este sentido, la Secretaría Pyme prevé desembolsar más de $3.000 millones en créditos para el programa Pymes en Góndolas. Gobiernos provinciales como el bonaerense y el cordobés también sumaron líneas crediticias.

También las organizaciones sociales reclaman por estos espacios. Según el último informe del Renatep, hay más de 210 mil personas de la economía popular que trabajan en agricultura familiar, y 40 mil en producción de alimentos. De hecho, en reuniones entre la UTEP y el Gobierno, los pedidos urgentes son por créditos no bancarios para tecnificar la producción de alimentos y fortalecer circuitos de comercialización. “Necesitamos crédito y mercado, no planes”, resumió uno de los dirigentes de la economía popular en diálogo con Ámbito.

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