11 de noviembre 2021 - 00:00

El tipo de cambio convertible también subió, a niveles de $178

En la previa electoral el denominado dólar convertible ajustó debido al deterioro de la posición de reservas brutas del BCRA y del stock creciente de pasivos monetarios remunerados.

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A escasas 48 horas del cierre de los mercados a la espera del desenlace electoral del próximo domingo la cotización del dólar informal siguió escalando posiciones. Interpretaciones y lecturas para todos los gustos, las tradicionales, las conspirativas, las especulativas, todas tediosas.

Algunos argumentaban que la expectativa de un triunfo opositor allanaba el terreno para evitar experimentos caribeños por lo que el dólar debería bajar, lo que claramente no hizo hasta el momento. Mientras que otros imaginaban que una derrota oficial podría detonar políticas oficiales más radicales por lo que el dólar se adelantaría.

Más allá de este tipo de lucubraciones lo cierto es que los tipos de cambio informales volvieron a batir récords reflejando parte de los desequilibrios macro imperantes amén de las expectativas sobre el futuro mediato. Para tener una dimensión de lo que significa hoy un dólar libre de más de $200, es equivalente al tipo de cambio real multilateral de abril del 2002. Huelgan los comentarios sobre ese momento histórico del estallido de la convertibilidad.

Según cálculos del Estudio Ferreres el tipo de cambio real multilateral promedio 1998/2021 ronda los 120 a 125 pesos de hoy, o sea, que el dólar oficial no está tan retrasado como algunos presumen. Incluso siguiendo la metodología REER (Real Effective Exchange Rate) del FMI, el desfase ronda ese porcentaje aproximadamente. Es más, para tener otra referencia de los actuales valores, el dólar libre que en octubre del año pasado llegó a más de $195 hoy equivaldría a más de $280 a precios de hoy, según estimaciones de Ferreres.

Al fin y al cabo, detrás de toda esta historia y debate interminable de si el dólar está caro o barato, están las reservas del BCRA. De ahí que cobra relevancia, y por ello en el mercado lo siguen tomando como referencia, el llamado tipo de cambio de convertibilidad. En realidad las proyecciones sobre los tipos de cambio alternativos, CCL y MEP, vienen ligadas al devenir del dólar convertible. Y hoy ese tipo de cambio convertible (TCC) rondaría los $178, de modo que la brecha con el tipo de cambio oficial es cercana al 78%.

En los últimos días el TCC escaló más de 4%, un 7% desde octubre y un 18% desde setiembre, mientras que en lo que va del año acumula un aumento de más del 32%. Entonces, para entender parte de la magnitud de los desequilibrios actuales cabe señalar que sería necesario tener un stock de reservas brutas de más de u$s72.000 millones, o sea, casi u$s30.000 millones más de los que hoy hay en el BCRA.

Responsables

Ahora bien, ¿pero son las reservas solo el problema? En parte puede decirse que sí, porque si el BCRA tuviera una posición holgada de reservas brutas y netas no habría en principio tanto alboroto. Pero la otra pata de este intríngulis es que, si bien la base monetaria muestra un módico crecimiento del 20%, hasta ahora, unos $628.000 millones, es el demoníaco aumento de otros pasivos monetarios, los remunerados, los que complejizan todo el panorama. Porque el stock de reservas brutas alcanzaría a cubrir toda la base a un tipo de cambio convertible de $73, pero hay otros $4,4 billones “sin cobertura”.

Por ende al contabilizar el total de la base más los pasivos remunerados del BCRA, el stock de reservas brutas solo alcanza a cubrir toda esa emisión al tipo de cambio de $178. Por ello no extraña que los tipos de cambio alternativos no solo tengan como benchmark este dólar convertible sino que además el ingrediente de incertidumbre adicional electoral y poselectoral, más allá que algunos intrépidos hagan caldo de cultivo para sus negocios especulativos de corto plazo.

Este año la brecha entre el dólar convertible y el oficial rondaba entre 50% y 60%. Era un dólar convertible de $133/$135. Así se mantuvo hasta agosto cuando la brecha trepó a más del 70% y el dólar convertible trepaba a $166. Luego el ingreso de los nuevos DEG dieron lugar a una mejora, efímera: la brecha cayó por debajo del 55% y el dólar convertible a $155. Luego sobrevino una nueva caída de reservas y la suba de los pasivos remunerados que volvieron a impactar en los cálculos y las expectativas. De esta manera se volvió a niveles de brecha de mediados del 2018, en plena fuga de divisas que detonó el salvataje del FMI.

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