El precio del trigo bajó 16,5% en el último mes luego de que surgieran los rumores de intervención en el mercado y restricción en las exportaciones, que finalmente generó un aumento encubierto en las retenciones que se aplican. Esta diferencia implica una pérdida de u$s 19,8 por tonelada en el cereal y un recorte de casi u$s 20 millones para los productores que vendieron durante las últimas semanas.
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Los rumores sobre el freno a las exportaciones generaron reuniones entre molineros y exportadores con el gobierno y una registración anticipada de ventas externas de 1 millón de toneladas (previo a la medida que aumentó el precio de referencia que se toma para calcular las retenciones). En ese momento el índice saltó de u$s 156 a u$s 182 y sobre ese monto comenzaron a aplicarse las retenciones. «En este problema del trigo, como en todos, hubo ganadores y perdedores. Los productores perdieron fuerte en pocos días; y los exportadores que fijaron ventas externas previo a las medidas del gobierno ganaron con ese millón de toneladas adicionales», aseguraban.
El clima en la cadena de trigo-harina-pan se enrareció cuando, por un lado, se detectaron subas en el precio al público. Esto generó preocupación en el gobierno que buscó frenar el aumento de precios de un producto tan sensible como el pan.
El gobierno amagó con cerrar los embarques (de hecho, ya existía en Economía la resolución que cerraba temporalmente la exportación de trigo y también maíz), pero una reunión de urgencia con los exportadores permitió un «acuerdo de autorregulación» que frenó la intención.
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