¿Vamos a otra semana de baja?

Vamos a compartir un secreto. En los últimos 100 años, el verano previo a las elecciones presidenciales vio el Promedio Industrial terminando del lado ganador. Le comentamos esto no para que apueste a un nuevo período alcista ( somos lo suficientemente viejos como para saber que estamos más cerca de equivocarnos que de acertar con cualquier cosa que digamos), sino para que pueda poner las cosas en perspectiva. Es decir, que si el Dow gana, hay un fuerte componente cíclico que hará que cualquier suba sea menos significativa de lo que luce a primera vista, mientras que si retrocede (o queda neutro) la verdadera magnitud de la baja será superior a la que marquen los fríos números. Pero vamos a lo que pasó en las últimas 24 horas. Viendo cómo el mercado arrancaba el día del lado ganador, algunos se atrevieron a apostar a que la baja del lunes no era sino el típico efecto residual de una jornada de " triple embrujo" (el viernes vencieron los cuatro principales contratos de opciones), minimizando el tema de los temores geopolíticos. Cuando pasado el mediodía los tres grandes índices entraban a moverse del lado perdedor, sin ninguna razón aparente más que el desinterés de los inversores, el argumento dio por tierra. Claro que nada coherente pareció capaz de explicar por qué una hora más tarde se volvía a la zona ganadora, incluso rozando los máximos del día, tan sólo para volver a desplomarse en la media hora final, dejando al Dow 0,01% del lado perdedor en 10.063,64 puntos. Mirando lo que ocurre en el mercado, casi no hace falta la última encuesta de Gallup, que encontró la confianza de los inversores en el punto más bajo de los últimos cinco meses.