Morixe, el molino harinero devenido en apenas dos años en una pujante empresa alimenticia, reveló las cifras de su balance parcial de 9 meses que abarca desde el 1 de junio de 2020 hasta el 28 de febrero de este año: en ese lapso registró ganancias por $123 millones, que contrastan con la pérdida de $126,9 millones que había sufrido en el mismo período del año anterior.
Morixe salió del rojo por fuerte suba de ventas en el inicio de la pandemia
Entre junio de 2020 y febrero 2021 ganó $123 millones y revirtió pérdidas de $126,9 M del ejercicio anterior.
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Es que la pandemia operó como un factor de estímulo para la compañía que controla Ignacio Noel, empresario que también es presidente de Sociedad Comercial del Plata. Las ventas de harinas y otros productos afines en los primeros meses de cuarentena tomaron fuerte impulso y esto coronó una política de expansión que Noel había comenzado a aplicar desde que compró la firma en 2017. Amplió la cartera de productos (aceites, conservas, aceitunas, polenta, avena, pan rallado, rebozador, harina para arepas) y salió a exportar a los países vecinos.
Así, los números del balance de Morixe muestran una gran recuperación contra 2019, un año complicado por la crisis económica que afectó el consumo masivo y que también estuvo signado por un contexto inflacionario y de tasas de interés muy altas para financiar los proyectos productivos.
Esto cambió radicalmente al estallar la pandemia. Al menos mejoraron las ventas y las tasas de interés se acomodaron en niveles más cercanos al 24%. Así Morixe pudo tomar crédito para financiar su crecimiento.
“El contexto social y económico derivado del ASPO ha potenciado de forma significativa la demanda de productos de primera necesidad, principalmente por parte de consumidores finales y de organismos públicos (licitaciones de organismos públicos y canastas básicas de alimentos preparadas por organizaciones civiles). Esto ha tenido un efecto directo sobre los volúmenes de ventas reales a la fecha de emisión de los presentes estados financieros, principalmente durante el primer semestre del ejercicio”, explicó la compañía en el balance que presentó ante la Bolsa, donde cotiza desde 1961.
“Con relación a los estados financieros intermedios condensados por el período finalizado el 28 de febrero de 2021, las consecuencias económico-financieras derivadas de los sucesos mencionados tuvieron su impacto más significativo a partir del mes de marzo 2020, observándose una normalización y estabilización de la demanda y los volúmenes a partir del mes de agosto 2020”, detalló la empresa, en alusión a la irrupción de la pandemia.
Y agregó: “En línea con lo mencionado anteriormente, dichas consecuencias implicaron una aceleración instantánea de los crecimientos en volúmenes de venta que la Sociedad ya proyectaba para el resto del año y el ejercicio económico actual. Adicionalmente, los impactos derivados del contexto social económico generado por el ASPO también han repercutido en una mejora en la eficiencia de la administración del capital de trabajo de la Sociedad”.
El fuerte impulso inicial de los negocios de Morixe en 2020 también se reflejó en una fuerte suba en la cotización de sus acciones, que treparon 250% a lo largo del año pasado. Pero el frenesí se estabilizó hacia fines del año y este 2021 se mantienen casi al mismo precio que tenían a fines de diciembre pasado. Ayer el valor de cada papel era de $15,15.
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