31 de enero 2014 - 00:00

Adiós a un ícono de la Bolsa

Adiós a un ícono de la Bolsa
Plácido Nápoli fue uno de los íconos del mercado local. Combinaba dos cualidades que raramente se ven juntas: sabiduría y sencillez. Y si a ello se le agrega una trayectoria profesional que, de la nada, se llega a lo más alto, es más sorprendente esa sencillez. Comenzó a trabajar a los 10 años vendiendo diarios en una estación de tren de la zona norte. El destino hizo que, ya mayor de edad, se enrole en el Banco de Italia y Río de la Plata, en su debut en las finanzas. Ya se destacaba por entonces por su intuición en los mercados; comenzó a ascender, cambió de empleadores y lo que fue una mala noticia se transformó en positiva: estando en el Santander, el banco decide abandonar la Argentina y Nápoli comprar una acción para operar en la Bolsa. Rápidamente la transformó en una de las líderes de la plaza bursátil. Falleció esta semana y, pese a su enfermedad, se lo veía frecuentemente en su oficina del microcentro. Sus hijos Juan, José y Graciana ya estaban incorporados a la sociedad de Bolsa junto con su mujer Elba. Genética de mercados al 100%. Hubo un minuto de silencio el martes en el recinto bursátil en homenaje a uno de los últimos grandes.

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