20 de octubre 2016 - 00:00

Algunas escenas sueltas y el gran Roberto Carnaghi

Carnaghi. Rescata hasta lo más inverosímil del pretencioso drama.
Carnaghi. Rescata hasta lo más inverosímil del pretencioso drama.
Este pretencioso drama fantástico incluye momentos maravillosos, empezando por ver cómo un actor realmente talentoso puede brindarle auténtica vida a la línea de diálogo más demente. Éste es el caso de Roberto Carnaghi diciendo cosas como "¡Eres el Heraldo rebelde!".

Es que a la manera de películas como "Pi", de Darren Aronofsky, inventa una retorcidísima trama que junta la religión y sus misterios con las matemáticas, aunque en este caso los números dan bastante en rojo. Carlos Echevarría es un médico que de golpe se da cuenta de que a su alrededor los pacientes mueren como moscas, e incluso si sale a dar unas vueltas seguro algún peatón cae a sus pies víctima de un accidente. El protagonista cree que hay un anciano siniestro presente cada vez que muere alguien cerca suyo, y se obsesiona por encontrarlo. Búsqueda que lo lleva a un manicomio para hablar con una matemática demente -muy parecida a Violencia Rivas, el personaje de Capusotto-, al cura interpretado por Carnaghi, y a un sabio excéntrico (Eduardo Ruderman) que parece salido de los comics de Tintín.

El argumento es insostenible, pero pese a todo hay varias escenas aisladas que funcionan por sí mismas de modo independiente, y que no dejan de ser interesantes.

D.C.

Dejá tu comentario