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Asado, fútbol y acuerdos en la visita de Macri a Uruguay
Hubo avances importantes como punto de partida para renovar las relaciones, tanto como la derogación de la resolución dispuesta en el Gobierno kirchnerista sobre restricciones portuarias. Alivió inclusive a Tabaré que Macri asegurara avanzar en acuerdos energéticos como la compra de gas que le permitirá a Uruguay terminar una importante obra. Para más, como broche de la cordialidad que se esforzaron en demostrarse los mandatarios, acordaron una presentación conjunta para organizar el Mundial de Fútbol de 2030.
Quizá el tema más sensible para las relaciones con el país vecino fue el pacto para hacer un monitoreo ambiental conjunto, que le agrega amortiguación a la crisis por las pasteras que enfrentó a las dos naciones.
Macri partió junto a la canciller Susana Malcorra, el secretario de Asuntos Estratégicos, Fulvio Pompeo; el diputado Emilio Monzó y el jefe de Gabinete Marcos Peña. Allí los esperó el embajador designado Guillermo Montenegro, exministro de Justicia y Seguridad porteño.
Después de la comida los presidentes dieron un breve informe, mientras que en Buenos Aires, la minsitra Patricia Bullrich se enfrentaba a novedades con respecto a la triple fuga (ver nota págs.12 y 13), lo que también fue allí informado a Macri, por lo cual aseguran que el comunicado de los presidentes fue breve y no admitió preguntas.
El mandatario argentino anunció tras la reunión con Tabaré Vázquez la derogación de la prohibición para el trasbordo de mercancías en puertos de Uruguay, la posibilidad de adquirir en un año gas producido en el vecino país y la propuesta de la organización conjunta del Mundial de Fútbol 2030. Esos temas los hablaron los presidentes a solas en una antesala del almuerzo que se realizó en uno de los salones de la mansión uruguaya. En la comida, la charla fue otra.
Macri llegó a la Estancia Anchorena, quinta que utilizan los presidentes en Uruguay, unos 25 kilómetros al norte de Colonia, al mediodía y fue recibido junto a su comitiva por Montenegro para luego encontrarse con el mandatario uruguayo y la tradicional guardia de granaderos. Tabaré estuvo acompañado por el canciller uruguayo, Rodolfo Nin Novoa, y el embajador en la Argentina, Héctor Lescano.
Sentados a la mesa, los comensales incursionaron en dos puntos centrales: uno el fútbol, el otro el diálogo, algo que gusta destacar a Macri para hacer ver un estilo distinto.
Se hizo alarde conjunto sobre las cualidades de la región en materia futbolera, destacando que Luis Suárez, Lionel Messi y Neymar da Silva, principales delanteros del Barcelona y máximos goleadores de 2015 según la Federación Internacional de Historia y Estadística del Fútbol (IFFHS), son latinoamericanos. Hasta el postre, que fue helado, llegaron los comentarios sobre el fútbol. Los argentinos halagaron el asado, pero nada del vino, ya que ni Macri ni Peña ni Monzó suelen beber y siguieron su tradición de servirse sólo agua o alguna gaseosa.
Uruguay tiene pendientes más de treinta temas para conversar con la Argentina, y entre ellos figuraba para la tenida que si bien la Argentina había levantado las restricciones a las importaciones que afectaban las ventas uruguayas, con una resolución de 2013 se mantiene una prohibición a los transbordos de mercadería que complica a los operadores del puerto de Montevideo.
En la presentación posterior a la comida, Vázquez agradeció a Macri "por contemplar a Uruguay para que sea el primer país que visita en ejercicio de su presidencia", algo que consideró no le sorprendía por "el grado de simpatía que siempre ha manifestado en virtud de este pueblo".
"Fue una reunión muy fructífera, con acuerdos trascendentales para ambos países. Lo más importante que quiero destacar es que los dos gobiernos hemos asumido que tenemos que estar a la altura de nuestro pueblo en su relacionamiento, que es profundo y fraterno. Uruguay tiene mucho que agradecer a la Argentina", agregó Tabaré.
El mandatario uruguayo explicó los "acuerdos ambientales para el monitoreo de los ríos comunes y espacios comunes, estableciendo la creación de un laboratorio de última generación que sirva también para que lo utilicen otros países del Mercosur" y aseguró que se avanzó "sustancialmente sobre la producción energética que hará Uruguay de gas natural, regasificando gas licuado y la Argentina va a comprar el gas, que en un año aproximadamente va a estar en condiciones".
Macri anunció la derogación de la Disposición 1.108/13. Dijo que se trató de "un decreto no muy feliz" y llevó su anulación firmada por el ministro de Transporte, Guillermo Dietrich.
Ésa es la norma que impedía que las cargas de exportación originadas en puertos argentinos sean transbordadas en puertos de países que -aunque formen parte del Mercosur- no tengan acuerdos de transporte marítimo, que es lo que sucedía con Uruguay y así se le impedía recibir esos trasbordos.
El presidente argentino, además, expresó su "alegría" por la visita y por el "profundo sentimiento" que lo "vincula con este pueblo". Pidió "aprovechar la infraestructura uruguaya" en cuanto a la compra de gas y llamó a lograr "que el Río de la Plata tenga pobreza cero".
Finalmente, Macri explicó que en 2030 se cumplirán cien años del primer Mundial de Fútbol que se realizó en Uruguay y en cuya final derrotó a la Argentina, y dijo que con Tabaré se pusieron "de acuerdo en candidatear a ambos países para organizar juntos el Mundial 2030" y bromeó sosteniendo que para entonces recuerden "invitar a estos dos viejitos".
Montenegro explicó que oficialmente ya es embajador en comisión, dijo que "Mauricio me trajo en persona el decreto" y destacó que la derogación de la Disposición 1.108 "no sólo es un gesto, sino que se demostró que fue mala porque perjudicó a nuestras economías regionales".
No más de las tres, el presidente y su comitiva regresaron para Buenos Aires tras los abrazos de ocasión.
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