10 de octubre 2018 - 00:00

Asumió Kavanaugh y se consolidó el rumbo conservador de la Corte Suprema

ÉL NO. “Se sienta en un trono de mentiras” y “no olvidaremos” fueron lemas en la protesta estilo El cuento de la criada contra Kavanaugh.
ÉL NO. “Se sienta en un trono de mentiras” y “no olvidaremos” fueron lemas en la protesta estilo El cuento de la criada contra Kavanaugh.


Washington - La Corte Suprema estadounidense es en teoría una institución sagrada y ajena a partidismos políticos, pero el nuevo juez Brett Kavanaugh inclinó la balanza del tribunal hacia una mayoría conservadora, como no ocurría desde hace décadas.

En su juramento el lunes en la Casa Blanca, tras un polémico proceso de confirmación en el Senado, en el que afrontó acusaciones de agresión sexual, Kavanaugh, de 53 años, prometió servir al país y no a un partido político.

"La Corte Suprema es una institución de derecho. No es partidista ni es una institución política", dijo el juez, quien hizo su debut ayer en el tribunal de nueve miembros, en medio de la protesta de un grupo de manifestantes frente al edificio en Washington.

Pero Steven Schwinn, profesor en la Universidad de Derecho John Marshall de Chicago, sostuvo que la Corte siempre fue tanto una institución judicial como política. "Esto no empezó con la nominación de Kavanaugh y no termina aquí", dijo.

Según la Constitución estadounidense, el presidente nomina candidatos a la Corte, pero es el Senado el que los confirma o rechaza.

Con el tiempo, el tribunal ha oscilado de derecha a izquierda: al inicio del siglo XIX defendió la esclavitud y en la década de 1960 fue clave para terminar con la segregación racial.

Pero "la Corte no ha sido conservadora desde la década de 1930", cuando se opuso al New Deal que el presidente Franklin D. Roosevelt impulsó ante a la Gran Depresión, dijo Carl Tobias, profesor de Derecho de la Universidad de Richmond.

Con la llegada de Kavanaugh, el tribunal queda formado por cuatro liberales nombrados por presidentes demócratas, y cinco conservadores elegidos por republicanos.

No es la primera vez que los segundos tienen mayoría, pero algunos jueces mantuvieron posiciones oscilantes según el asunto en discusión.

Por ejemplo, el juez Anthony Kennedy, cuyo retiro dio lugar al ingreso de Kavanaugh, fue conservador en cuestiones relacionadas con derechos, pero tuvo una postura progresista en el matrimonio entre personas del mismo sexo y acceso al aborto.

"Nadie espera que Kavanaugh juegue el mismo papel. En cambio, muchos esperan que sea más firmemente conservador", dijo Schwinn, sobre la base de los escritos del juez a lo largo de su trayectoria.

Kavanaugh, que trabajó en la administración del presidente republicano George W. Bush, también fue respaldado por dos centros de análisis conservadores: la Sociedad Federalista y la Fundación Heritage.

El presidente Donald Trump politizó el nombramiento al prometer a sus seguidores que su candidato sería alguien opuesto al aborto y favorable a la posesión de armas, dos temas altamente polémicos que decide la Corte Suprema.

Trump ya había logrado incluir en el tribunal al conservador Neil Gorsuch en 2017, y podría tener otras oportunidades: los jueces liberales Ruth Bader Ginsburg y Stephen Breyer tienen 85 y 80 años, respectivamente.

La Corte Suprema tenderá a inclinarse hacia la derecha en sus decisiones y en los temas que decide tratar, dijo Tobias. De 8.000 casos al año, selecciona sólo alrededor de un centenar. Si sus decisiones son vistas como sesgadas, podría perder credibilidad.

Una encuesta de Gallup publicada en julio indica que sólo 53% de los interrogados aprobaba las decisiones de la Corte. El sondeo mostró divisiones partidarias: la aprobación llega al 78% entre republicanos, pero sólo alcanza el 38% entre demócratas.

Agencia AFP

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