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Bullrich optimista: “Termina la toma”
«Nosotros estimamos que después de la marcha en conmemoración por la Noche de los Lápices la situación se va a resolver», sostuvo Bullrich. Según explicó una de las principales causas que obliga a los jóvenes a levantar la medida es el calendario escolar. Es que si siguen perdiendo días de clases se dificultaría el ingreso a la universidad para los alumnos de 5º y 6º año. Además, adhirió que «el compromiso de los padres es un plus muy importante», ya que explicó que en algunos colegios los adultos formaron grupos técnicos con la idea de buscar soluciones a los problemas edilicios.
Reuniones
Mientras los alumnos cortan las calles y marchan por distintos puntos de la Ciudad, el ministro se reúne con grupos reducidos de padres, docentes y estudiantes. La mañana de ayer fue el turno de las escuelas Nacional 8, 9 y 11. «El encuentro fue muy positivo porque todos mostraron interés por volver a retomar las clases y que de una vez por todas el problema se solucione».
Siempre mostrándose contra la forma del reclamo de los jóvenes, el ministro de Educación aseguró que «la mayoría de las escuelas que están ocupadas en realidad no tienen problemas serios» y al respecto sostuvo que «el Lenguitas, Cortázar y el Normal 1 no tienen problemas edilicios pero tienen las clases paradas por solidaridad». En la actualidad «se está trabajando sobre 100 establecimientos y en 45 días el número ascenderá a 350».
Con respecto a los días perdidos por la toma de los colegios porteños Bullrich explicó que cada comunidad elegirá de qué forma recuperar las horas perdidas, pero que en todos los casos se respetarán los 180 días de clases obligatorios. «La comunidad educativa entiende que hay que recuperar los días perdidos y están dispuestos a ir a clases hasta fines de diciembre si es necesario», sostuvo el ministro.
Al ser consultado sobre la postura que tomó el Gobierno nacional, Bullrich se mostró incómodo y si bien trató de evitar el tema lanzó un comentario más que elocuente: «La postura de la Presidenta está clara y el silencio de Sileoni vale más que mil palabras».
Si bien ya no se realizarán asambleas entre el Ministerio de Educación y los alumnos, Bullrich junto a su grupo de trabajo sostuvo que atenderá a cada colegio que lo requiera. «Nosotros no tomaremos represalias en general, el encargado de hacerlo será el consejo de convivencia de cada instituto y eso se hará en casos de vandalismo, como en los jóvenes que destruyeron los colegios o hicieron fiestas con alcohol y drogas en las escuelas».
«Los chicos sienten que si levantan la toma están perdiendo», arremetió Bullrich y lo que pase después de la toma también es un tema que preocupa. «Se creó un consejo de pedagogos que trabajarán en la convivencia entre aquellos que querían levantar la medida y los que deseaban continuar con la toma». Este grupo de especialistas estará en funcionamiento a fin de mes y se llevará acabo en aquellas escuelas que lo requieran con el objetivo de crear un buen clima entre los docentes, las autoridades y los alumnos que piensan diferente.
Por su parte, el director de Infraestructura del Ministerio de Educación, Claudio Viola, denunció que «a muchos de los obreros que estaban destinados a comenzar con las tareas de reparación no se los dejó ingresar a los colegios». Además, explicó que de las 235 obras que incluye el plan presentado a los alumnos, 199 se harán durante 2010 de las cuales 157 se terminarán antes de fin de año. Mientras que las 34 restantes se harán durante 2011.
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