El año 2008 se inició con un importante incremento en el precio del metal que hacia marzo del presente año llevó la cotización por onza hacia valores máximos de 1.033 dólares, sin embargo desde dichos valores el metal ha inflexionado a la baja para buscar hacia la última semana que pasó niveles mínimos de 772 dólares; representando ello un recorte de 25,3% desde los máximos vistos en marzo último.
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El avance del metal observado durante el primer trimestre del año, el cual extendía las ganancias acumuladas en el año 2007, era explicado por los analistas como un movimiento de resguardo de muchos inversores a la debilidad que mostraba el dólar frente a principales monedas del mundo y también al crecimiento que estaba teniendo el precio internacional del petróleo, que en un plazo no muy lejano podría generar presiones inflacionarias en el mundo. Si bien podemos considerar que han sido acertados en sus expectativas, de hecho el último dato inflacionario del mes de julio en Estados Unidos así lo muestra, la equivocación está en querer justificar comportamientos del mercado a partir de dichas expectativas. Con el dato de inflación que se ha conocido la semana pasada en Estados Unidos del último mes de julio, que ha sido claramente superior que el esperado por la mayoría de los analistas, haciendo una misma justificación que se hacia en el primer trimestre del año debíamos esperar un supuesto rally del precio del oro debido a que los inversores verían en dicho activo una alternativa de refugio a un posible ciclo inflacionario en ese país e incluso en el mundo. Sin embargo, el mercado ha reaccionado de manera contraria a lo que se podía esperar desde el punto de vista fundamental, el oro acumula un fuerte descenso de 13,8% en lo que va de agosto, alcanzando mínimos correctivos de 772 dólares por onza. Como es de esperar, las justificaciones al movimiento del mercado nuevamente llegan, sin embargo como siempre remarcamos desde esta columna, el mercado es anticipación y oportunamente en una edición de mayo pasado avisamos que esta tendencia correctiva del oro estaba en curso y que valores actuales podían ser alcanzados; ello independientemente de las "causas" de por qué se materializa dicho movimiento que definitivamente siempre se darán a conocer luego que el mercado ha accionado.
Lo que el inversor debe preguntarse actualmente es la magnitud de esta baja, en definitiva el inversor busca saber cuál es la decisión correcta a tomar en la actual coyuntura del metal. Para poder responder a este interrogante pasaremos a desarrollar el análisis del metal y a partir de él poder inferir si los valores actuales de oro son una oportunidad de compra o bien si deberemos considerar que esta tendencia descendente del metal se terminará agudizando hacia delante como tendencia principal.
EL ANALISIS
Hacia comienzos del año 2001, desde niveles de 260 dólares por onza, se inició un importante bull market en el oro que hacia el presente año 2008 ha llevado el precio hacia niveles de 1.033 dólares creciendo de este modo en los últimos siete años cerca de 400% de su valor. Ha sido entonces desde los máximos registrados en 1.033 desde donde el metal se encuentra recortando posiciones actualmente. De acuerdo con nuestro modelo de análisis, el ciclo alcista debe cumplir una estructura tendencial de cinco movimientos antes que un proceso correctivo mayor al avance desarrollado pueda habilitarse. Como se aprecia en la gráfica mensual, hasta el momento se ha observado un primer movimiento en onda 1 en el avance desde el mínimo del año 2001 en torno a los 260 dólares a los máximos de comienzos del año 2004 en torno a 431 dólares, desde allí se habilitó el movimiento correctivo en onda 2 a los mínimos de 2004 en torno a 369 dólares y, desde entonces, el accionar alcista en los precios ha quedado rehabilitado como onda 3 hasta alcanzar en marzo pasado los máximos de 1.033 puntos. Si este etiquetado expuesto es correcto, deberíamos considerar que la baja actual desde los máximos de 1.033 es de carácter temporal como onda 4 del ciclo alcista y que por lo tanto una vez finalizado este movimiento podremos esperar la reanudación alcista del precio del oro como onda 5 de la secuencia, la cual debería acceder mínimamente por encima de los 1.033 puntos e incluso por encima de los máximos históricos de 1.100 dólares alcanzados en el año 1981.
En este sentido, es importante definir los parámetros de contención del actual recorte del metal ya que de acuerdo con nuestro análisis esta caída debería interpretarse como una oportunidad de compra con vista a un horizonte de un año hacia adelante.
Como se puede apreciar en la gráfica semanal, la zona de mínimo alcanzada de 770 se presenta como una primer candidata a contener el recorte en onda 4 ya que en torno a estos valores se ubica 38,2 por ciento de recorte al movimiento de avance previo en onda 3. Por ello, mientras la zona de 770-760 dólares no sea quebrada ante nuevas debilidades del metal podríamos considerar que en torno a estos mínimos un piso de importancia pudo haber sido conseguido y que desde entonces el accionar alcista del metal ahora podría quedar rehabilitado.
Sin embargo, si la baja actual se profundiza y con ello se origina un quiebre de 770-760 dólares entonces deberemos considerar que el proceso correctivo será mayor con destino de 700 dólares por onza donde el recorte en onda 4 recorta 50% del movimiento de avance en onda 3 y que recién desde esos valores el accionar alcista quedará rehabilitado como tendencia principal para entonces hacia el próximo año 2009 niveles superiores a los 1.033 puntos puedan ser alcanzados.
Actualmente, el metal requiere de una recuperación por encima de 900-910 dólares para considerar que el piso visto ha sido alcanzado y que la tendencia alcista en los precios ha quedado ya rehabilitada.
Un dato de importancia a tener en cuenta actualmente es que el recorte desde los máximos de 1.033 ha sido porcentualmente similar al proceso correctivo observado en el año 2006, por ello en primera instancia podemos considerar que los mínimos de 772 pudieron haber sido de importancia y que los valores actuales ya son para el posicionamiento en el metal como inversión, al menos de manera parcial. Veamos...
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