11 de junio 2009 - 00:00

Carrió hizo campaña en Santa Fe, pero sin castigar a Reutemann

Elisa Carrió, Gerardo Morales, Rubén Giustiniani y Mario Negri pasearon ayer por el norte de Santa Fe. Fueron recibidos como héroes por los productores locales.
Elisa Carrió, Gerardo Morales, Rubén Giustiniani y Mario Negri pasearon ayer por el norte de Santa Fe. Fueron recibidos como héroes por los productores locales.
Elisa Carrió y Gerardo Morales cerraron ayer su gira de apoyo a la candidatura de Rubén Giustiniani en Santa Fe. Fue un viaje imprescindible para el Acuerdo Cívico y Social no sólo por el peso que esa alianza tiene en Santa Fe, sino porque representó el encuentro con la tercera pata de ese armado electoral, el socialismo que allí comanda Hermes Binner.

Ayer no volvió a haber encuentro con el gobernador santafesino como el que fríamente protagonizaron el lunes pasado. Carrió, Morales y Giustiniani se subieron por la mañana a una caravana por Reconquista, en el norte santafesino.

Desde allí escucharon las críticas del kirchnerista Agustín Rossi por el discurso que Carrió habría pronunciado el día anterior. «Carrió alienta la violencia y por un voto justifica cualquier cosa», dijo el presidente del bloque oficialista de Diputados. La jefa de la Coalición Cívica había dicho que «Rossi entienda que si no puede caminar por su provincia es porque la humilló y traicionó en la Cámara de Diputados».

Y la realidad estuvo ayer del lado de Carrió: se paseó por el norte de la provincia y luego por Rafaela, mientras mantenía encuentros con asociaciones del agro, como la Sociedad Rural local, que está afiliada a CRA, sin sufrir el mas mínimo inconveniente.

La caravana de la mañana comenzó con Morales y Giustiniani arriba de la caja de una camioneta recorriendo 15 cuadras de Reconquista. Carrió no quiso montar el mismo show: «Yo ahí atrás no me subo», les dijo a los organizadores y optó por sentarse junto al chofer mientras saludaba por la ventanilla a los vecinos.

La caravana pasó por la puerta de la municipalidad en manos del radicalismo, del Concejo Deliberante y la plaza central, donde Carrió se bajó a caminar junto a la gente y comprar artículos de los artesanos locales, que inmediatamente comenzó a usar.

Regalo

Con el retrato sonriente de Giustiniani pegado en todos los autos y en cada esquina de Reconquista, la caravana llegó hasta la sede del club local, donde la esperaban con mate. «Qué lindo que es tu collar», le dijo una de las santafesinas presentes. Bastó para que Carrió se lo regalara, casi como una Evita, aunque sin brillantes.

A pesar del amor que une a Carrió con Carlos Reutemann, la jefa de la Coalición Cívica soportó sin problemas los ataques de los socialistas a su mayor competidor esta vez en la provincia: «En esta elección, el PJ está poniendo lo mejor que tiene porque hay mucho en juego, pero ¿dónde están las caravanas de nuestros adversarios? Los van a ver en los canales nacionales de televisión, pero no tienen contacto directo con los vecinos», dijo Giustiniani sobre la exposición pública de Reutemann en los canales de la Capital Federal.

Carrió participó del acto, pero no pronunció palabra sobre Reutemann. Así, fue Morales quien tuvo que acompañar al socialismo cuestionando al ex corredor: «Terminará sacándose fotos junto a Néstor Kirchner en Olivos y formando parte del mismo proyecto. Por eso somos la única alternativa de cambio. No somos un grupo de improvisados ni daremos un salto al vacío», lanzó el jefe radical, que para entonces ya estaba más preocupado por el impacto que había tenido el encuentro entre Julio Cobos y Francisco de Narváez que por el dilema entre el amor de Carrió a Reutemann o a los socialistas.

Hubo en el final, de todas formas, un gesto claro hacia el socialismo: «Lo mejor que puede pasarle a Santa Fe es que la lista de Giustiniani gane ampliamente en toda la provincia y creo que la victoria va a ser más abultada de lo que muestran las encuestas», pronosticó antes de despedirse.

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