18 de septiembre 2017 - 22:29

China aprendió de Marco Polo y decidió que, ahora sí, volvió a ser su momento

China aprendió de Marco Polo y decidió que, ahora sí, volvió a ser su momento
Los pasos que está dando China, en todo el mundo, en el plano del comercio exterior, en el del transporte y en el de la logística retumban y hacen volar las piezas del ajedrez por los aires.

El Estado comunista, la economía de los planes (de mercado) quinquenales, el capitalismo planificado. Cualquier nueva acepción le cabe al país que está llamado a ir por todo.

China en las últimas décadas usó la muralla sólo con fines turísticos, porque en términos de internacionalización de los negocios, está derribando y arrasando con todo. China hizo de la recepción de inversiones y radicación de industrias globales su práctica productiva reciente más común. Pero hoy está de compras. Compró bonos del Tesoro, compró compañías de granos, compró tecnología, y ahora compra compañías de transporte y compra puertos. Compra la logística de aprovisionamiento.

Pacientemente, reconstruye la antigua ruta de la seda. China desanda los pasos de Marco Polo. Dos de sus más grandes conglomerados de la logística (estatales por supuesto), como Cosco y China Merchants, son la infantería de avanzada que cumplen con las políticas de Estado.

En palabras de Olaf Merk, el indiscutido referente en el análisis contextual de la economía portuaria, el campo está totalmente desnivelado: los parámetros que guían a las compañías estatales chinas no son en nada parecidos a los de los máximos holdings como PSA (Singapur) o DP World (Dubai), que también tienen participación estatal, pero fines netamente comerciales.

Días atrás se supo que China Merchants Port compró el 90% de la brasileña TCP, concesionaria del puerto de Paranaguá (US$ 935 millones). Casi en simultáneo, Cosco se quedó con el 100% de las acciones del puerto belga de Zeebrugge, controlado por APM Terminales, del grupo Maersk. Pero, ¿tienen las empresas de cualquier otra parte del mundo la misma facilidad para comprar mayoría accionaria en activos estratégicos en China?

Dice Merk que, detrás de estas acciones donde converge la diplomacia y el financiamiento chino (para sus propias compañías) vienen otros despliegues: construcción y dragado, entre otros.

La presencia geopolítica (militar) de China en el histórico puerto griego del Pireo tampoco puede ignorarse en la Europa del Brexit. China llega, donde llega, con mucha plata. Probablemente en Europa haya sobreoferta de terminales, y estén baratas. Pero los tiempos orientales no son los occidentales.

La Argentina no está lejos de esta realidad. Es rica en recursos. Lo que nos hace atractivos (o presa fácil): estar siempre atentos a lo urgente, y no a lo importante. Somos muy occidentales en el manejo de los tiempos. Y los chinos lo saben muy bien. NHão, China.

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