El negociador del BCE sobre Chipre, Joerg Asmussen, dijo que el banco central tendrá que retirar su ayuda a los bancos chipriotas a menos que el país tome el rescate rápidamente. "Podemos entregar liquidez de emergencia sólo a bancos solventes y la solvencia de los bancos chipriotas no puede ser asumida si no se acuerda un programa de ayuda pronto, que permitiría una rápida recapitalización del sector bancario", declaró Asmussen al semanario alemán Die Zeit.
Por su parte, los partidos políticos chipriotas seguían anoche las consultas contra reloj para definir un plan B que evite la bancarrota de la isla, luego de que el Parlamento rechazara el martes el rescate de la Unión Europea, que preveía recaudar 5.800 millones de euros mediante una quita a los depósitos y desembolsar 10.000 millones adicionales de ayuda.
Las autoridades chipriotas están estudiando, además, la posibilidad de imponer restricciones a los movimientos de capitales para contener la salida de depósitos cuando se reanude la actividad bancaria, el martes. También estudian crear un banco que se haga cargo de los activos "tóxicos" o incobrables. Otras alternativas que evalúan es nacionalizar los fondos de pensión de empresas estatales y semiestatales, que podría generar 3.000 millones de euros. O, si no, fusionar a los dos principales bancos de la isla, lo cual reduciría las necesidades de recapitalización. Incluso, el arzobispo Chrisostomos II, jefe de la poderosa Iglesia griego-ortodoxa-chipriota, dijo que los recursos de ésta están a disposición del Estado para contribuir a evitar la insolvencia del país.
Agencias ANSA y EFE |
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