13 de agosto 2012 - 00:00

Clausura olímpica pop y kitsch tuvo también carnaval

La reunión de las Spice Girls para la ocasión. También actuaron George Michael, Liam Gallagher y Marisa Monte.
La reunión de las Spice Girls para la ocasión. También actuaron George Michael, Liam Gallagher y Marisa Monte.
Con menos coherencia estética, creativa pero, sobre todo, conceptual que la ideada por Danny Boyle para la apertura de los Juegos Olímpicos, la clausura fue un deslumbrante collage de música y desfile de modelos que contó con la presencia de artistas como George Michael, Pet Shop Boys o las cinco integrantes de las Spice Girls, reunidas para la ocasión.

Dirigida por el coreógrafo Kim Gavin, la fiesta de cierre tuvo a la música como hilo conductor para la despedida de Londres a sus terceros Juegos Olímpicos y el pase a Río de Janeiro, que acogerá la edición de 2016, con lo que al final de la celebración hubo carnaval, batucada, capoeira y figuras como Marisa Monte y hasta Pelé.

Poca relación hubo entre este cierre entre pop y kitsch, en contraste con una apertura ideada por el director de «Slumdog Millionaire» y «Trainspotting», que tuvo un impecable repaso por las raíces de la literatura y la historia británicas, además de los pases de humor que contaron con las actuaciones de la reina de Inglaterra o Rowan Atkinson («Mr. Bean»). De todos modos, la celebración de anoche tuvo un despliegue apabullante de cantantes y bailarines, además de artistas «british».

Se realizaron muchos covers a cargo de cantantes británicos a falta de los originales, o recordatorios a Freddie Mercury o John Lennon, con sus imágenes cual hologramas. Inclusive de este último se confeccionó un rostro a través de telas. También aparecieron parte de los ex Queen para entonar «We will rock you» y parte de los ex Pink Floyd, sin Roger Waters, para la inolvidable «Wish you were here», y un equilibrista en las alturas que completó la parte visual.

La cuenta regresiva de la gala comenzó con las campanadas de un Big Ben instalado en medio del gigante escenario, convertido en una maqueta de los puntos más representativos de Londres como el London Eye o la Catedral de St. Paul.

La primera voz que escucharon los ochenta mil espectadores del Estadio Olímpico fue la de Emile Sandé abriendo la recreación de un día en la capital británica con su complicado tráfico sobre todo en la «rush hour».

Los londinenses que aparecieron vestidos de papel de periódico entonaron el himno británico para recibir en el palco al príncipe Enrique y al presidente del Comité Olímpico Internacional (COI), Jacques Rogge, pero después tiraron a la basura sus uniformes y la solemnidad de ese primer acto.

El grupo Madness irrumpió montado en un camión con su ochentosa «Our house» para que comenzara una fiesta con un cartel tan selecto y heterodoxo que ningún festival musical podría reunir: Ray Davies, Annie Lennox o Liam Gallagher.

En el espectáculo visual, que movilizó a unas cuatro mil, hubo hasta una pasarela para que las top models Kate Moss, Naomi Campbell y Georgia May Jagger lucieran la alta costura británica.

También hubo momentos emotivos como la interpretación de la canción «Imagine» primero por el Coro Juvenil de la Filarmónica de Liverpool y después por la propia voz en video de su autor, John Lennon.

En la segunda parte de la ceremonia saltaron los atletas a la pista donde estos días pasados asombraron gigantes como el jamaiquino Usain Bolt o el keniano David Rudisha.

Primero desfilaron los abanderados solos y, tras colocarse a lo largo del escenario, a su alrededor empezaron a circular los miles de deportistas que todavía no han abandonado Londres, menos esperanzados que en la inauguración pero en cambio, más excitados y relajados. Por la Argentina, el abanderado fue Sebastián Crismanich, a quien el basquetbolista Luis Scola quiso homenajear por su Oro en taekwondo cediéndole la enseña.

El cierre de la fiesta al ritmo de la electrónica tuvo al DJ Fatboyslim al frente de su consola y un pulpo gigante y transparente invadió el escenario, para dar lugar, entre sus tentáculos, al pop de Jessie J con «Money Money». Siguió Tinnie Tempah con su furioso rap y Taio Cruz con más rap. Los tres entonaron al final un clásico de Bee Gees, «Deberías estar bailando» y coronaron con baile multitudinario y desenfrenado.

Aparecieron taxis que prometían la «gran sorpresa», pero se trataba de las Spice Girls, como si eso fuera lo mejor que tiene la cultura británica para ofrecer. Flojo, se había especulado con los Rolling Stones.

Las cinco Spice Girls reunidas cantaron un potpurrí con lo más popular de su repertorio. Todas, Victoria Beckham incluida, lucían tacos aguja, un look que no resultó de lo más apropiado para viajar paradas sobre techos de autos. No podían disimular la falta de equilibrio e incomodidad, con lo que resultó obvio el playback.

Más tarde llegó Liam Gallagher con «Say Lady» y a su término los comentaristas de la TV pública se alegraron: «Viene más y mejor, va subiendo el nivel». Quien llegó fue Eric Idle de los «Monthy Pyton», con el show «Always look at the bright side of life», que también incluyó a las monjas bailando y una soprano, acaso para elevar el nivel. Sin embargo, se trató de un gran viaje en el túnel del tiempo. El collage continuó con el grupo Muse tocando el anodino himno de los Juegos Olímpicos.

La cuenta regresiva para los Juegos Olímpicos en Río de Janeiro comenzó con el izado de la bandera de Brasil. Luego llegaron los ritmos del Brasil con carrozas, batucada, capoeira y una sucesiva performance de cantantes brasileños. Un verdadero carnaval.

El rating de los Juegos Olímpicos estuvo repartido entre la transmisión de TV abierta y el cable, que ofreció tres alternativas. En TV abierta lo más visto fue el partido en el que Juan Martín del Potro logró la Medalla de Bronce (9.9), el match de básquet de Argentina-Nigeria (9.4) o la ceremonia de inauguración (9.4). Como se lee, ningún programa de los Olímpicos logró en TV abierta superar los diez puntos, aunque si se suma con sus ediciones en cable, pudo haber llegado hasta los 30 puntos. Veamos:

TyC Sports lideró el rating en los Juegos Olímpicos Londres 2012 según los datos de Ibope, y fue favorito por sobre ESPN y DirecTV aunque los datos definitivos estarán en unos días.

Hasta ahora se conoce el rating del cable por franjas horarias y no por programa, con lo que el promedio de TyC Sports fue, entre las 7 y las 24, de 3.13 puntos. Si se suman 2 puntos de ESPN y otros 2 de DirecTV puede deducirse el total, pero el verdadero puntaje de los partidos en particular será calculado en los próximos días.

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