Comentarios políticos del fin de semana

Carlos Menem

MORALES SOLÁ, JOAQUÍN. La Nación. La columna de este domingo está dedicada a la fragilidad de un Congreso en el que la oposición no puede lograr imponerse de manera contundente. El periodista deja de lado por una vez a los Kirchner y se centra en los líderes opositores, divididos en su estrategia. Basado en un viejo prejuicio que afirma que la oposición está más divida que un gobierno que ni siquiera puede contener sus propias filas, el columnista vaticina un nuevo cisma opositor.

Esta semana la tensión se focaliza en Diputados, con fecha definida el próximo miércoles para tratar el agonizante DNU que habilita el uso de las reservas del Banco Central. El columnista sugiere que Cristina de Kirchner podría hoy mismo anunciar la avanzada del kirchnerismo en un proyecto de ley que dé por tierra su propia medida, durante su discurso de apertura de las sesiones ordinarias legislativas. Según el cronista, en este proyecto están trabajando los diputados radicales, encabezados por Oscar Aguad, y el jefe de la bancada kirchnerista, Agustín Rossi, si bien no ofrece pruebas de que estas negociaciones efectivamente se estén produciendo. Esta postura es rechazada de manera tajante por otros bloques de la oposición liderados por el peronista disidente Felipe Solá y la líder de la Coalición Cívica, Elisa Carrió, lo que anuncia nuevas tensiones en una oposición repleta de cacicazgos, que no llega a consolidarse. En su tono tremendista habitual, el periodista anuncia así un «virtual cierre del Congreso», consecuencia de opositores sin guía y un Gobierno cada vez más débil, que grita y critica para que nadie se dé cuenta de su fragilidad.

En este punto reflota un viejo concepto que con el fugaz protagonismo de Carlos Menem por ausencia la semana pasada, de repente, fue sacado de nuevo del desván por los analistas políticos: la renovación de la política. Así, el periodista atribuye a los Kirchner su fracaso en sus intenciones renovadoras del sistema, al señalar que las mismas figuras siguen dirigiendo el peronismo, como Adolfo Rodríguez Saá y Eduardo Duhalde. Notable ingenuidad la del columnista, quien olvida que los Kirchner son parte de esa «vieja política», que conocen y en la que se mueven como pocos.



VAN DER KOOY, EDUARDO. Clarín. El cronista machaca sobre lo que considera errores del Gobierno, repitiendo que «en apenas tres meses perdió el control de Diputados y el Senado». Repasa «la enemistad con el Poder Judicial» y que «parece haberle hecho, además, una cruz prematura a la relación con Washington». Para el periodista, el matrimonio Kirchner «vive en otra dimensión» y parece sobredimensionar que «la resurrección de Carlos Menem como una estrella política, aunque sea fugaz, estaría desnudando varias cosas en forma simultánea», como «el grado de deterioro al que luego de seis años han llegado los Kirchner». Cree que la ausencia de Menem a la banca fue porque el ex presidente fue refractario a un correo reservado que el kirchnerismo le envió a través de un empresario riojano» y le atribuye a la reaparición del ex presidente «a la primera línea de la escena»: que la matriz del conflicto político que la Argentina arrastra desde 2001 permanecería peligrosamente intacta.