23 de agosto 2010 - 00:00

Comentarios políticos del fin de semana

Hugo Chávez
Hugo Chávez
VAN DER KOOY, EDUARDO. Clarín. Se dedica la columna, casi con exclusividad, a cuestionar la avanzada del kirchnerismo contra Fibertel. El caso sirve para proyectar un escenario atemorizante para empresarios y medios de comunicación disidentes que no se acomoden al pensamiento del matrimonio presidencial, con veladas amenazas de extorsión incluidas.

A la embestida contra el proveedor de internet del Grupo Clarín se sumará este martes el informe sobre Papel Prensa, cuya difusión el analista adjudica a la debilidad política del Gobierno y también a la caída de las facultades delegadas que el Congreso, ahora controlado por la oposición, no estaría dispuesto a renovar. Si a ese cóctel se le suman el INDEC y el histrionismo de Guillermo Moreno, la Argentina estaría en condiciones de competir con la Venezuela de Hugo Chávez en cuanto a «un país que habría extraviado la noción de orden, decoro y legalidad».

La presión sobre la Corte Suprema para destrabar la aplicación de la ley de medios se complementa, de acuerdo con Van der Kooy, con una proliferación inédita de empresas kirchneristas de comunicación. Sin embargo, esa apuesta mediática no llega a explicar las contradicciones entre los números de crecimiento y bienestar que exhibe Cristina de Kirchner y la posibilidad de default en caso de acceder al 82 por ciento móvil para los jubilados.

Ante estos exabruptos oficialistas y la creciente semejanza con el régimen chavista, el Congreso sigue sin poder concretar la sanción de leyes prometidas por la oposición en la campaña de 2009: ni el Consejo de la Magistratura, ni la reforma del INDEC tienen por ahora un horizonte favorable para ser aprobadas.



MORALES SOLÁ, JOAQUÍN. La Nación. La guerra más peligrosa de los Kirchner es para el cronista que la Argentina en general, y su prensa en particular, está viviendo esa insensible capitulación de la libertad. Enumera la declarada guerra contra el Grupo Clarín; la próxima embestida contra Papel Prensa; la descalificación constante del periodismo y de periodistas, y el desconocimiento de la prensa como un protagonista esencial de la vida democrática son sólo breves esbozos de una intensa campaña que tuvo, en los últimos días, todas las características de un chantaje del Estado. Critica a Guillermo Moreno y asegura que habría durado sólo media hora en el cargo si los Kirchner no estuvieran de acuerdo con lo que hace. Sigue con el caso Fibertel y reprocha que Julio De Vido promovió hace poco más de un año la compra por parte de Clarín de una porción de la telefónica Telecom y que el Gobierno inventó una causa inexistente para fulminar a ese servidor de internet.

La denuncia que se anuncia es falaz a todas luces y su objetivo es muy claro: que el Estado fanático de los Kirchner se haga del control de esa fábrica vital para la prensa independiente. La primera reacción de los empresarios más poderosos y reconocidos indica que no irán (mañana al anuncio sobre Papel Prensa). Señala Morales Solá que hoy a la noche todos los líderes se congregarán en la casa de Elisa Carrió y que mañana esperarán, reunidos, los anuncios sobre Papel Prensa. Carrió consultó, inclusive, la opinión de los diputados Jorge Obeid y Miguel Bonasso, por su historia personal en los movimientos insurgentes del peronismo.

¿Qué llevó al kirchnerismo a semejante ofensiva contra el periodismo? Tal vez una de las razones sea que se enteró, o intuyó, que la Corte Suprema de Justicia tiene una opinión contraria a la del Gobierno sobre la ley de medios.

Es probable que otro motivo de la furia de los Kirchner haya sido la información de que no podrán vincular a los hijos de la directora de Clarín con los desaparecidos.

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