8 de septiembre 2009 - 00:00

Comenzó juicio por secuestro en 2003

Horacio «Lala» López en el banquillo, acusado de participar en el secuestro extorsivo de Pablo Belluscio en 2003.
Horacio «Lala» López en el banquillo, acusado de participar en el secuestro extorsivo de Pablo Belluscio en 2003.
El juicio oral por el secuestro extorsivo de Pablo Belluscio, quien en 2003 estuvo 43 días en cautiverio, en los que sus captores le cortaron un dedo, comenzó ayer con la declaración del policía bonaerense que resultó herido de un balazo de fusil FAL cuando capturaban a la víctima.

Belluscio, que luego del secuestro se fue a vivir al exterior pero ya regresó al país, no concurrió a la primera audiencia del debate y se espera que declare, pero sólo como testigo, recién en las jornadas finales de un juicio que se extenderá por lo menos dos semanas. En tanto, ninguno de los cuatro imputados por el secuestro extorsivo, entre ellos, el sindicado líder, Horacio «Lala» López, aceptó declarar en el comienzo del debate ante el Tribunal Oral en lo Criminal 2 de San Isidro, integrado por los jueces Clarisa Moris, Luis Oscar Zapata y Lino Mirabelli.

Además de López, los otros acusados son Mario Leopoldo Ibarra, Alejandro Oscar Villagra y Ángel David Martínez, alias «el chileno Manolo», quien pidió la palabra, pero para aclararles a los jueces que su verdadera identidad era Víctor Manuel Valenzuela Becerra.

En los lineamientos iniciales, el fiscal de juicio Jorge García acusó a los cuatro de ser coautores de «secuestro extorsivo agravado por el uso de armas, por haber logrado el pago propósito, por la participación de tres o más personas y por haber causado a la víctima lesiones gravísimas», delito que tiene una pena de entre 10 y 25 años de prisión.

En tanto, Juan Manuel Molina, Luis Daniel Ojeda y Agustín García llegaron a juicio en libertad, acusados de los delitos de abuso y tenencia de armas de fuego y resistencia a la autoridad, pero sólo García estuvo presente en el debate, por lo que los otros dos fueron declarados en rebeldía y considerados prófugos.

Detonaciones

El testimonio más destacado de la jornada fue el del policía Walter Orlando Serrano, quien prestaba servicio en la Comisaría 4ª de Barrancas de San Isidro, y la noche del 22 de setiembre de 2003 realizaba un control vehicular cuando ocurrió el secuestro de Belluscio. «Estaba en un control vehicular de rutina en la avenida Del Libertador y Perú, frente a un supermercado Norte, y escuché dos detonaciones de arma de fuego», indicó el efectivo, quien luego aclaró que corrió hasta una esquina en la que vio salir a toda velocidad un Volskwagen Gol rojo y otro vehículo tipo familiar.

El juicio pasó a un cuarto intermedio hasta hoy, cuando declaren más testigos de los 176 que hay programados para este debate. Pablo Belluscio fue secuestrado el 22 de setiembre de 2003, cuando salía del complejo deportivo Perú Beach, de la localidad bonaerense de Martínez, donde practicaba hockey.

Durante el cautiverio, que se extendió por 43 días, los secuestradores enviaron a la familia un video en el que Pablo tenía marcados con números los dedos que le iban a cortar si no pagaban, y unos días más tarde mandaron dos falanges de su dedo índice derecho como un mensaje mafioso de presión.

El 3 de noviembre de 2003, la familia de Belluscio pagó u$s 148.000 de rescate, dinero que fue arrojado en una bolsa desde un tren en movimiento en Isidro Casanova, en el partido de La Matanza. Al día siguiente, Belluscio fue liberado en Benavídez, partido de Tigre. El dinero pagado por el rescate jamás apareció.

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