29 de julio 2016 - 09:54

"Con esta política fiscal, la inflación no bajará del 25%"

• RODOLFO SANTANGELO CONSIDERA QUE USAR SÓLO LA TASA DE INTERÉS ES INEFICAZ EN LA ARGENTINA
Para el economista, el ajuste fiscal seguirá a ritmo lento y el BCRA no podrá llevar la inflación al 15% en 2017. Advierte los peligros de un festival de gasto provincial. Habla de “objetivos contrapuestos”.

Tarifazo. “Lo hicieron con mea culpa, pero era lo que había que hacer”. Foto: Diego Kovacic.
Tarifazo. “Lo hicieron con mea culpa, pero era lo que había que hacer”. Foto: Diego Kovacic.
Reconoce que la política fiscal decidió ir a baja velocidad, por lo que este año la inflación no cederá del 40% y en 2017 no será menor al 25%, pese a que el BCRA sigue apuntando a 12%-17%. El director de Macroviews, Rodolfo Santangelo, pone el acento en que la política fiscal no acompaña al BCRA. "No critico sino describo la situación, si este año tenés un déficit fiscal de $340.000 M la tasa de inflación va a ser 40%, y si el año que viene el rojo va a ser de $340.000 M la inflación será 25%", explica.

A continuación los principales pasajes de la entrevista.

Periodista: ¿Qué no le gustó de cómo el BCRA bajó las tasas?

Rodolfo Santangelo:
Hay que entender que la inflación en la Argentina es un fenómeno fiscal y la política monetaria siempre ha estado subordinada a la política fiscal, de modo que pretender hacer un plan de estabilización, de control de la inflación sólo con política monetaria en la Argentina es ineficaz. No es que critico la política del BCRA, sino que debe ser consistente con lo que se hace en materia fiscal, y acá pretendemos bajar la tasa de inflación a pura tasa de interés cuando la política fiscal no la acompaña. Me parece que hay objetivos contrapuestos, no son consistentes. Con la política fiscal que la Argentina tiene hoy y que va a tener el año que viene, la tasa de inflación difícilmente baje de 25% anual; es como querer ponerse un pantalón talle 30 y tener 60 de cintura, no entra, primero tenés que hacer el régimen. El BCRA nos salvó probablemente, con su política monetaria en el verano, de una aceleración inflacionaria peor de la que tuvimos, pero lo que me parece ineficaz y de alto costo es bajar la inflación sólo con el manejo de la tasa de interés.

P.: ¿Cómo se explica si todos conocían la herencia?

R.S.:
Me parece que el meollo de la cuestión es que se subestimó el origen de partida. El Gobierno durante la campaña política adoptó un criterio de "no traigan malas noticias que no quiero asustar al votante", y eso, que fue una útil campaña preelectoral, quedó, ese espíritu quedó; es más, parte de la gente que ahora está a cargo es la que el año pasado decía que no era para tanto, que no había necesidad de un ajuste, que todo va a ser muy fácil, que liberamos el cepo y la inflación baja, que iban a llover dólares, etc.; entonces hubo una subestimación del punto de partida y así se adoptó un conjunto de política económica que por lo tanto tiene que pagar más costos de lo que se pensaba. Se ponen como excusa las restricciones políticas y sociales, pero de la misma manera que las restricciones políticas y sociales deben estar sujetas a las restricciones económicas y viceversa, es un arte de encontrar el equilibrio. Si bien algo de la secuencia de las medidas no me gustó, le aclaro que estoy totalmente de acuerdo con el rumbo de mediano plazo, la reinserción del país en el mundo, con temas institucionales y políticos etc. Hoy la Argentina está en un extraordinario cambio de rumbo de mediano plazo con números macro que no cierran; y los números macro que no cierran tienen que ver con el punto de partida y con la subestimación del mismo que se hizo a partir de que no se querían escuchar malas noticias y generar buena onda.

P.: ¿El caso del gas?

R.S.:
Parte de lo está pasando con el gas es consecuencia de haber subido la tarifa en abril. La gente no concientizó lo que era el aumento y consumió gas en abril, mayo y junio, sabiendo que hizo mucho frío, como si la tarifa fuera la pasada. No es que hubo aumentos de tarifas de 1.000% o 700% -más allá de casos puntuales- sino de 300%, pero que al subir el consumo tenés que pagar más. Si subían la tarifa en enero y preparaban al consumidor: "si querés consumir más tené en cuenta que hay otra tarifa", era distinto. Eso es parte de la cuestión, porque no se quiso hacer en enero, se postergó a marzo, vino en abril pero que se paga en mayo, y todo así, casi pidiendo permiso, pidiendo perdón, con mea culpa de que subo tarifas. Pero era lo que había que hacer y hacelo, para eso te eligieron, no te autoimpongas tantas restricciones, que estoy seguro son más mediáticas y políticas que de la gente, encuentro en la mayoría de la gente que lo ve como parte de la normalidad. Hoy el 60% de los porteños todavía paga menos de $200 de luz y paga $600 de celular o $900 de cable y no puede pagar la luz y el gas. Cuando ves toda esta integralidad, la consecuencia es que la tasa de inflación será más alta de lo que se quiere, fue más alta de lo que se creía, porque va a ser 40% y no 25% y va a ser más alta de lo que se cree; y ahí viene la crítica al BCRA, no se puede desentender de la política fiscal, es parte de, independiente pero parte, y con este déficit fiscal no se puede tener inflación de 15% el año que viene.

P.: Se especula con que Macri se va en 2019 y hará las reformas en sus dos últimos años.

R.S.:
Para mí hoy el Gobierno tiene un trípode: el blanqueo, reparación a jubilados, y provincias. Es un punto de inflexión en cómo veníamos, es como que el Gobierno pasó a pensar, y a querer convencer a todo el mundo que el principal riesgo de la economía en el mediano plazo es que el oficialismo pierda la elección, por lo tanto hay que poner los cañones en ganarla. Esto significa que el año que viene la economía se tiene que reactivar, 4% por ejemplo. El modelo de volver a hacer crecer la economía era un modelo de seducir a los inversores, al agro, a la energía, minería, turismo, en fin, a los sectores que están retrasados en su stock de capital y tienen que invertir. Obviamente es mucho más difícil y lento reactivar la economía así que haciendo otras cosas. Así se tomó la decisión política implícita de apurar la reactivación, de la manera más fácil, acelerando el consumo. Y deciden hacer el blanqueo, que si bien está de moda en el mundo no hacemos lo que hace todo el mundo, que es no gastarse la plata en consumo. Con el blanqueo y la plata de los jubilados creo que se está aumentando fuertemente la probabilidad de que 2017 sea un mejor año, que la economía crezca 4%, a costa de que la tasa de inflación no va a bajar. ¡Si hoy alguien planteara 4% de reactivación con inflación de 25%, que no es lo que el Gobierno está diciendo, firman todos ya con los ojos cerrados!

P.: Pero lo que no hacés ahora, lo tenés que hacer después.

R.S.:
Si querés gobernar para que después de 10 años te recuerden como una buena administración y no para el Twitter de hoy, son dos metodologías. Si vamos a vivir todo el día mirando el Twitter la política económica se complica. El riesgo de esta estrategia es que postelecciones haya que hacer un rebalanceo peor, más duro del que no querés hacer hoy. Para mí va a haber dos claves, siempre centradas en la meta fiscal de 4,8% este año y 3,3% en 2017; y para eso hay que subir las tarifas de vuelta y no gastar lo que se recauda por reactivación. Si no, va a ser más difícil después, salvo que estés dispuesto a que la tasa de inflación sea más alta.

P.: ¿Le preocupa Brasil?

R.S.:
No soy tan optimista con Brasil. Y le digo que la Argentina sigue el modelo brasileño de hace cinco años: tener déficit fiscal alto y financiamiento externo, tasa de interés alta e inflación baja. No sé si estamos en Brasil 2010 o 2013, porque durante tres años funcionó. Brasil estaba además enamorado de todos los proyectos en infraestructura, el Mundial, las Olimpíadas, los aeropuertos, carreteras, etc.; todo es muy bueno si después sirve de algo, si no, son un clavo. Cuidado con apostar a un plan de infraestructura que no estés seguro que sirve, no es para ver cuánta mano de obra incluye, que es importante, sino qué salto de productividad tiene.

P.: Hay quejas de un retraso cambiario.

R.S.:
El causante del ancla del dólar no es el BCRA ni la política monetaria, es el financiamiento del déficit fiscal con deuda externa, el Estado financia sus gastos en pesos con dólares. Cuando el tipo de cambio real es bajo como consecuencia del mercado,de que la exportación es eficiente, que ingresan capitales, etc., le digo a la UIA lo lamento, es la realidad. Pero cuando el déficit se financia externamente, ahí la UIA tiene razón. La economía va a seguir así, cerrada. Toda la región está con tipos de cambio altos. En todos los países los aumentos son reales, no nominales, acá el problema es el financiamiento. Hay que pensar que el mercado cambiario privado (oferta y demanda privada) del II trimestre, que habitualmente tiene que ser el mejor, dio empate y el BCRA compró u$s6.000 M que Nación y provincias le vendieron. Ése es otro tema, qué es esto de que las provincias se endeudan en el exterior y se financian y venden dólares; cuidado, es continuar un festival de gasto fenomenal.

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