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Cristina reflotó el abanico para su apagado look

La semana pasada vistió aburrida vestimenta en tonos grises, que complementó con un accesorio demodé: el abanico.
Si bien en el siglo XVIII tomó la misma importancia que una cartera en el ajuar de las damas, hace rato que ya no se los ve en los escaparates de las tiendas de ropa.
Hasta en España, país que se convirtió en uno de los principales productores de abanicos del mundo, de la mano del artesano Eugenio Prost y del conde de Floridablanca, las mujeres dejaron de portarlos.
Pero tal vez la elección de ese elemento no haya sido casual ni producto de un capricho de ajuar. Es que quien conoce de moda sabe que a principios del siglo XX el abanico era una herramienta de comunicación para las señoritas que iban a los bailes acompañadas por su madre o tutora. Y para sortear el control de sus damas de compañía, muy celosas en su labor, las jóvenes tuvieron que inventar un medio para comunicarse con sus pretendientes mediante gestos con el abanico.
Simbolismo
«Se trata de un accesorio que fue sin dudas una gran arma de seducción en el pasado y también lo es hoy en otras culturas orientales. Muestra femineidad y seducción. Quizás Cristina de Kirchner busque ese efecto usando abanicos», opinó la diseñadora de alta costura Flavia Martini, y agregó: «Es un elemento que representa diferenciación, más simbólico de una reina que de una mujer de pueblo. Después de todo hay que tener tiempo para abanicarse», castigó la especialista.
Según Martini, el abanico no es un elemento apropiado para una mandataria. «Debería usarlo sólo para los juegos de seducción conyugal, y evitar utilizarlos en público ya que distrae y le quita atención al contenido de sus discursos y anuncios», dijo.
Para la especialista, la vuelta de los tonos grises al ajuar también representa un intento de la Presidente por expresarse. «Al igual que durante el conflicto con el campo, con esta crisis la Presidente también cambió las gasas por los trajes sastre en grises y marrones, buscando crear una imagen más austera. Utiliza el vestuario como comunicador de su personalidad y su política. Y de alguna manera, piensa que lo que proyecta es más importante que lo que ejecuta», opinó la modista.
¿Será que la Presidente está intentando comunicar algo con tanto cambio de ajuar? Como sea, suma otro desacierto.
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