25 de enero 2016 - 17:42

Cumbre buitre en Nueva York para cerrar posiciones y evitar interna

• LOS FONDOS DE "PRIMERA GENERACIÓN" QUIEREN CONVENCER A "ME TOO" PARA NO ACEPTAR LA PRIMERA OFERTA DE ARGENTINA

Paul Singer, Luis Caputo y Daniel Pollack
Paul Singer, Luis Caputo y Daniel Pollack
Los fondos buitre tendrán esta semana su propia cumbre, seguramente en Nueva York, para intentar cerrar la interna que sorpresivamente los separa entre peleadores y negociadores. Los primeros son los "clásicos" fondos vencedores del fallo primario de noviembre de 2013, donde Thomas Griesa les dio la razón en unos u$s 1.330 millones. Entre otros se enumeran Elliott, Aurelius, NM Dart, Olifant y ACP Master. En el segundo bando se ubican muchos de los "me too" autorizados por Griesa a mediados el año pasado a engancharse en el lote ganador, y que quieren llegar rápidamente a un acuerdo, más o menos en línea con lo que, parece, la Argentina ofrecerá el primero de febrero en el bufete de Daniel Pollack.

La idea de la cumbre de esta semana es del primer grupo y fue idea de los abogados del fondo buitre Elliott, de Paul Singer, Robert Cohen y Teodore Olson. Éstos se reunirán primero con los abogados de los fondos buitre aliados, Stephen Poss y Robert Carroll (Olifant), Roy Englert y Edward Friedman (Aurelius) y David Rivkin (NM Dart). La idea es cerrar una posición firme y sólida contra la Argentina, y llevar a la mesa de negociaciones del próximo lunes una negativa cerrada a aceptar de primera mano la oferta que el secretario de Finanzas, Luis Caputo, llevará al bufete de Pollack. Según lo que quieren cerrar los acreedores, la Argentina no puede exigir quitas de capital ni de interés, al menos no en un primer momento, y lo único que se podría negociar es la emisión de un bono por el 100% de la deuda. Sabe este bando que para este tiempo del "juicio del siglo", es una posición radicalizada, más sabiendo que ahora el país está por ofrecer algo mucho más sustancioso a sus intereses que la propuesta que en junio de 2014 el entonces ministro de Economía Axel Kicillof presentó ante Pollack: las mismas condiciones del canje de 2010. La estrategia de Elliott y el resto de los fondos buitre originarios o de "primera generación" es la de extender en el tiempo lo máximo posible la resolución del caso. Suponen que como hasta ahora esta posición les dio resultado, con el cambio de Gobierno argentino llegó el tiempo de volverse a mostrar inflexibles en el reclamo del 100% de la deuda, más el total de los intereses calculados por Griesa, sumando punitorios y multas. Mientras tanto extenderían en el tiempo todo lo que se pueda el conflicto, continuando con presentaciones judiciales varias y pidiéndoles a Griesa y al resto de la Justicia norteamericana que dicte sentencia en algunas de las causas paralelas abiertas (Bonar 24, Citibank, "Discovery", álter ego del BCRA, YPF-Chevron, etc.), buscando además afectar al Gobierno de Mauricio Macri para que se le dificulte lo máximo posible la salida voluntaria a los mercados internacionales. Le llegó a este bando la dificultad que tuvo el ministro de Economía Alfonso Prat Gay la semana pasada para la colocación de una nueva emisión de Bonar 20 y ya amenazaron Elliott y Aurelius a bancos como el BBVA y el HSBC con que se les haría juicio si le avalan al Gobierno el préstamo por u$s 6.000 millones que ya tendría autorizado el país. La idea final es que si el Gobierno de Macri debe extender más allá de mitad de año un acuerdo, la situación financiera del país sería lo suficientemente complicada como para aceptar condiciones peores a las actuales.

Del otro costado dentro de la interna de los fondos buitre se encuentra la mayoría de los "me too", que creen que ya llegó el momento de escuchar qué es lo que Caputo tiene para ofrecer, y comenzar a negociar desde esa base. Entre otros, están en este listado Bracebridge Capital LLC, el Lightwater Partners, el Old Castle y el GMO. El principal impulsor de esta posición es Bracebridge, un fondo original de Boston que presentó su demanda desde sus subsedes de las islas Caimán y que le reclama al país que se les paguen unos 1.121 millones en bonos originales.

La intención de Elliott, Dart, Aurelius y compañía es convencer a este grupo para que se sumen a su estrategia de negarse a aceptar la propuesta de Caputo y continuar con el juicio lo máximo posible. El peor infierno que teme Elliott en esta etapa es en realidad que haya un acuerdo con la mayoría de los "me too" (que pueden sumar más de u$s 5.000 millones de deuda); que esto sea finalmente avalado por Griesa, y que el bando "peleador" termine quedando fuera de un acuerdo que Griesa considere "definitivo". Para esto necesita que en su bando quede la mayor cantidad de deuda impaga posible.

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